La compañía de energías renovables Viridi RE ha obtenido las autorizaciones administrativas de construcción para la ejecución de cinco instalaciones solares fotovoltaicas ubicadas en la provincia de Toledo (El Lago, Hayabusa, Páramos de la Sagra, San Marcos y San Pedro).
Las plantas, situadas en el norte de la provincia, sumarán, en conjunto, una potencia instalada de 445 MW, generando energía limpia suficiente para abastecer a más de 234.000 hogares.
Además, permitirán reducir en 234,21 toneladas anuales las emisiones de dióxido de carbono a lo largo de la vida útil de las instalaciones, estimada en al menos 35 años.
Los pueblos en los que estarán ubicadas estas plantas solares
La planta El Lago, ubicada en los términos municipales de Lominchar, Palomeque y Cedillo del Condado, contará con una potencia instalada de 70,43 MW.
Por su parte, Hayabusa y San Pedro alcanzarán los 87,89 MW y 87,78 MW de potencia respectivamente y estarán situadas entre Palomeque y Cedillo del Condado, mientras que Páramos de la Sagra, con una capacidad de 93 MW, se localizará íntegramente en Cedillo del Condado.
Situada en la misma provincia, pero alejada de los proyectos anteriores, la planta San Marcos, con 106,45 MW, se extenderá entre los municipios de Valmojado y Casarrubios del Monte.
Estas autorizaciones se han concedido tras un proceso intenso de diálogo entre la empresa promotora y todas las administraciones públicas involucradas, incluidos los ayuntamientos, las empresas y las asociaciones ecologistas de la zona.
Durante toda la tramitación administrativa, los proyectos se han perfeccionado y ajustado para garantizar su total compatibilidad con la conservación del entorno natural, priorizando tanto el bienestar de la población local como la protección de la flora y la fauna de la comarca.
Entre las medidas adoptadas se incluye un grado muy alto de soterramiento de las líneas de evacuación, la ubicación de las plantas alejadas de zonas con alto nivel de nidificación de aves esteparias y la naturalización de las plantas fotovoltaicas, logrando así una mejor integración paisajística que minimice significativamente el impacto visual negativo.
En esta línea, las cinco futuras instalaciones cumplirán estrictamente con todas las medidas preventivas, correctoras y compensatorias pactadas con la administración, además de implementar un riguroso Programa de Vigilancia y Seguimiento Ambiental para preservar el equilibrio del ecosistema local.
Asimismo, se garantizará que las instalaciones se adapten a la orografía, empleando estructuras apoyadas y minimizando el uso de hormigón, lo que permitirá que las tierras puedan ser reutilizadas una vez finalizada la vida útil de las plantas.
Para reforzar esta sostenibilidad, se evitará el uso de herbicidas y fitosanitarios, promoviendo en su lugar la hidrosiembra y la revegetación para fomentar la regeneración natural del suelo y el entorno.
Contratarán a trabajadores y empresas de la región
Las cinco plantas apostarán por emplear preferentemente mano de obra local, promoviendo el empleo en los municipios de la región y buscando un equilibrio sostenible entre los aspectos medioambientales, sociales y económicos.
La empresa priorizará la participación de trabajadores y empresas de la zona tanto en la fase de construcción como en las labores de mantenimiento, contribuyendo así a generar empleo estable y fortalecer el tejido económico local.