Espinoso del Rey, La Pueblanueva, Los Navalmorales, Retamoso de la Jara, Santa Ana de Pusa, San Bartolomé de las Abiertas, San Martín de Pusa, Torrecilla de la Jara y Villarejo de Montalbán no tienen agua potable. Los análisis realizados por la Consejería de Sanidad en el agua que abastece a estos pueblos han detectado un exceso de hierro, por lo que la Junta informó a la Mancomunidad del Pusa de que no se puede beber ese agua.
Y es que la situación hídrica en esta comarca toledana no es nada buena, puesto que el embalse que abastece a la Mancomunidad se encuentra al 10 por 100 y por ello se vuelve a recomendar que no se beba el agua que sale por el grifo, al igual que pasó este verano.
Mediante un bando informativo, la Mancomunidad que suministra agua a más de 6.500 personas (la población de los nueve municipios citados) avisaba hace unas semanas a los municipios de que «debido a la escasez de lluvias durante los últimos años, la presa que abastece se encuentra bajo mínimos».
Hacía un llamamiento a todos los vecinos para tomar conciencia de que «es absolutamente necesario y urgente que se realice un consumo de agua moderado, procurando utilizar el agua para las tareas fundamentales del día a día» por lo menos hasta que «puedan producirse las ansiadas lluvias». Por ello, el bando rogaba «encarecidamente no utilizar el agua para riegos, piscinas u demás usos no esenciales».
De igual modo, ayer, miércoles 13, el Ayuntamiento de San Bartolomé de las Abiertas informaba a sus vecinos mediante un bando de que había un «problema» con el agua de la Mancomunidad y que por ello comenzarían a dar suministro desde un pozo, aunque también recordaba que ese agua no es apta ni para beber ni para cocinar.
En Retamoso de la Jara el aviso lleva dado desde el pasado día 29, aunque los resultados de los análisis de la Junta llegaron el lunes.
Los problemas con el agua no son nuevos en esta comarca. Ya en el mes de septiembre se declaró como no potable el agua de esta comunidad, una restricción al consumo humano que se levantó el 14 de septiembre, pero que ahora se vuelve a repetir. En verano el agua llegaba a las casas turbia y la solución en la zona pasó por agua embotellada y cisternas.