Dos jóvenes de 25 y 26 años, quienes responden a las iniciales Y.M.C. y C.G.R. y son vecinos de Puertollano, fueron detenidos por la Guardia Civil de Ciudad Real como presuntos autores de un delito de caza furtiva, ya que los pillaron prácticamente con las manos en la masa: en una de las mochilas que portaba había dos cabezas de ciervos machos que previamente habían matado. Regresan los furtivos.
Todo sucedió en una finca de Almodóvar del Campo. El Seprona, debido a que ha comenzado ya la berrea, ha puesto en marcha un amplio dispositivo que tiene como objetivo prioritario evitar delitos contra la flora, la fauna y los animales domésticos en las distintas zonas de caza con las que cuentan en la provincia.
En este caso fue un guarda rural de una finca situada en el paraje Los Ganaderos quien observó un vehículo sospechoso en uno de los caminos del interior de la finca, lo que le alertó puesto que unos minutos antes había escuchado disparos, por lo que avisó a la Guardia Civil.
Hasta el lugar se desplazó una patrulla del Seprona y una pareja de agentes de la Guardia Civil de Puertollano, quienes interceptaron un vehículo e identificaron a sus ocupantes. En el registro del vehículo encontraron, en el maletero, un arma larga y un silenciador en uno de los compartimentos ocultos. En los alrededores, además, encontraron dos mochilas: en una de ellas había ropa de caza, calzado y dos navajas con restos de sangre; y en la otra las dos cabezas de ciervo.
Otros dos furtivos, investigados en Manzanares por matar otros dos ciervos
No ha sido un caso aislado en las últimas horas, puesto que en Manzanares, en la misma provincia, dos personas están siendo investigadas después de que abatieran a dos ciervos con un rifle de caza mayor. Fue de noche, en época de berrea y, por supuesto, no contaban con la autorización del titular del coto.
Fue este último quien al día siguiente denunció en la Guardia Civil lo ocurrido, aportando fotografías que estaban circulando por guasap relativas al hecho. Los investigados son P.A.L.R., de 50 años; y R.D.R., de 25, los dos vecinos de Moral de Calatrava.