El rápido aumento del nivel del agua subterránea en el entorno del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, en la provincia de Ciudad Real, ha comenzado a provocar hundimientos y colapsos del terreno, similares a los que ya se registraron en los años 2010, 2011 y 2013, coincidiendo entonces con otro intenso periodo de abundantes precipitaciones.
Gran socavón en el Acuífero 23
Hace unos días, los propietarios de una parcela agrícola situada sobre la Masa de Agua Mancha Occidental I (MASb), que forma parte del conocido como Acuífero 23, observaron cómo la tierra se hundía varios metros provocando una gran socavón en el terreno de varios metros de diámetro.
Las imágenes grabadas por el periodista Ismael Terriza, que se han hecho virales en pocas horas de ser publicadas en las redes sociales, muestran este nuevo hundimiento de grandes dimensiones estarían relacionados con procesos de erosión kársticos, que son habituales cuando las lluvias del invierno propician la circulación subterránea del agua, y que se producen por la disolución del carbonato cálcico contenido en las calizas y en las margas que se desarrollan tanto en superficie como bajo tierra.
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Un diámetro de 7 metros y 12 metros de profundidad
Terriza, que ha visitado la zona junto al geógrafo Alberto Celis, ha señalado que calcula que el diámetro del colapso alcanza un diámetro máximo de unos 7 metros y unos 12 metros de profundidad y señala que captar estas imágenes «es tan emocionante como acongojante».
Según la Guía Geológica del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel editada por el Instituto Geológico y Minero de España y el Organismo Autónomo Parque Nacionales, estos hundimientos estarían relacionados con el aprovechamiento intensivo de las aguas subterráneas en la zona que provocan un descenso importante del nivel del acuífero y con la recuperación de sus niveles a raíz de la circulación del agua como consecuencia de un período de abundantes lluvias.
La mayor parte de los colapsos registrados hasta ahora se deben al desplome del techo de cavidades de origen kárstico, pues el acuífero está constituido principalmente por calizas, formando un agujero con forma circular o semicircular.
Como en 2010, 2011 y 2013
El doctor en Ecología Terrestre, máster en Geofísica y Meteorología y geógrafo, Kevin Bórnez Mejías, en su trabajo fin de máster, destaca cómo este proceso de colapsos del terreno tuvieron lugar especialmente en los años 2010, 2011 y 2013 donde en algunos puntos se registraron subidas de agua de más de 30 metros.
Esta subida piezométrica, según Bórnez, desencadenaban el proceso de hundimientos del terreno que se dan en zonas donde el nivel piezométrico se encuentra relativamente cercano a la superficie -entre 1 y 22 metros.
Identificados 34 colapsos
El investigador identifica un total de 34 colapsos, la mayor parte de los cuales producidos entre los términos municipales de Villarrubia de los Ojos y Daimiel.
En concreto, un total de 16 los colapsos que se encuentran próximos al río, mientras que en segundo lugar, destaca la alta concentración de colapsos en las lagunas situadas al oeste del municipio de Daimiel, localizándose los hundimientos alrededor de las mismas o incluso dentro de las mismas.