El acueducto del trasvase Tajo-Segura ha echado el cierre por unos meses. Desde las 12 horas del 31 de agosto se ha dejado de enviar agua desde la cabecera del Tajo al Levante. ¿La razón? El Ministerio para la Transición Ecológica va a acometer obras de reparación de las filtraciones que se vienen produciendo en el pantano de La Bujeda.
Las obras durarán tres meses, por lo que se prevé que para diciembre pueda volver a estar operativo, aunque a buen seguro que en la cuenca del Segura no tendrá problemas de abastecimiento de agua del trasvase, puesto que durante el último medio año se ha estado trasvasando sin cesar, con un caudal que habitualmente se situaba en los 26 metros cúbicos por segundo.
Y es que esto ha hecho que en la cuenca del Segura, en julio, el agua proveniente de Entrepeñas y Buendía casi superaba a los recursos propios de la cuenca. En toda la cuenca había almacenados 231 hectómetros cúbicos de agua del Tajo y 245 del Segura.
El ritmo de trasvase ha hecho que los pantanos ya se sitúen por debajo de un cuarto de su capacidad. Desde mayo los embalses han bajado cerca de 225 hectómetros cúbicos, hasta dejar las reservas esta semana en 606,77 hectómetros, el 24,09 por 100 de su capacidad total.
Situación similar a la del año anterior
Se da la casualidad de que en el siguiente año hidrológico (que comenzará el 1 de octubre de 2020) se iniciará de forma similar al actual, puesto que en otoño del año pasado el trasvase se cerró durante casi medio año para reparar las roturas que produjeron las fuertes tormentas que azotaron el Levante español el año pasado.
De hecho, todo el acueducto no quedó totalmente reparado, porque estas filtraciones en el embalse de la Bujeda se vienen produciendo desde hace varios meses, aunque se desconoce la cantidad de agua que se ha perdido por ellas.