Los dos principales embalses de la cabecera del Tajo, Entrepeñas y Buendía, ha subido tres hectómetros en la última semana. Es la primera subida importante desde principios de julio, un periodo en el que se han perdido el 17,23 por 100 del agua que retenían, puesto que entonces eran 702 los hectómetros que había tras las presas y ahora son 581 los que hay en Entrepeñas y Buendía.
Con el aumento de los últimos siete días, los pantanos se quedan al 23,5 por 100 de su capacidad total. Entrepeñas ha subido 1,46 hectómetros, almacenando 305,66 hectómetros, el 38,09 por 100 de los 802 hectómetros cúbicos que tiene estipulados como capacidad total. Por su parte, Buendía ha aumentado sus reservas en 1,68 hectómetros y el lunes a primera hora de la mañana, según los datos de SAIH, retiene 276,34 hectómetros cúbicos, el 16,87 por 100 de su capacidad total. Los últimos días, marcados por la gota fría, han dejado asoladas por las riadas a varias zonas de la península y sobre todo de la costa mediterránea, pero las lluvias no ha repercutido demasiado en la la cabecera del Tajo, y tan solo se han sumado a las reservas estos tres hectómetros cúbicos.
La última semana en la actualidad del trasvase ha estado marcada por la reunión entre el presidente de España, Pedro Sánchez, y el de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, puesto que los en ese encuentro saltó a la palestra de nuevo la desalación, que el Ejecutivo de Sánchez ha prometido duplicar hasta 2021, lo que según el Gobierno de CLM propiciaría que el trasvase Tajo-Segura fuese «innecesario» y cambiasen las normas que lo regulan. Lo cierto es que este anuncio no sentó nada bien en el Levante y el presidente de Murcia, Fernando López Miras, aseguró que «defender la desalación como única solución es analfabetismo hídrico».
Además, durante los últimos siete días la tubería del trasvase ha seguido con las compuertas cerradas y a la espera de que den la orden para trasvasar los 20 hectómetros aprobados en el mes de octubre. A los que en breves fechas se le podrían sumar otros 20, puesto que en los nueve días que quedan de octubre los pantanos difícilmente van a bajar de los 400 hectómetros que impedirían un nuevo trasvase en noviembre, algo que ya dejó entrever a principios de octubre la Confederación Hidrográfica del Segura, que afirmó que existía el criterio técnico para aprobar una nueva transferencia en noviembre.
Nadando en el lodo hace un año
El seco otoño de 2017 se cebaba con Entrepeñas y Buendía que arrastraron su crítica situación hasta la primavera de 2018. En la misma semana que la actual, pero de 2017, los embalses de la cabecera del Tajo se encontraban con 234 hectómetros cúbicos, menos del 10 por 100 de su capacidad total. Se dividían en 77,38 para Entrepeñas y 156,83 para Buendía.