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viernes, 22 de noviembre de 2024
Tablas de Daimiel. Foto: Rebeca Arango.
Sobreexplotación, cambio climático... - 01 febrero 2023 - Daimiel

La organización medioambiental Greenpeace, ante el Día Mundial de los Humedales que se celebra este jueves, ha denunciado que en Castilla-La Mancha «desprecia» estos espacios y opta por no conservarlo.

En nota de prensa, ha indicado que en la región se encuentra uno de los peores casos: Las Tablas de Daimiel. «Las Tablas de Daimiel, hoy por hoy, ya no existen. En la actualidad es un parque artificial, con solo el 2% de la superficie inundable original con lámina de agua».


«Además, está lámina hídrica es mantenida con bombeo de agua subterránea y con un trasvase de agua desde el río Tajo. El mismo río del que se deriva agua a la cuenca del río Segura y al que la Junta de Castilla La Mancha se opone».

«Sentencia de muerte de Las Tablas de Daimiel»

Según indica, el último aporte externo de agua de 6 hectómetros fue mediante la conocida como tubería manchega desde el trasvase Tajo-Segura el pasado verano de 2022. «Teniendo en cuenta que este envío extra de agua se ha hecho usando una canalización que tiene prohibido por ley el uso para fines medioambientales, ya que su destino es el abastecimiento humano, si se ha usado en el Parque Nacional ha sido aprovechando el periodo de pruebas de la canalización».

Finalizado este, añade, si no se cambia la norma, no habrá más agua por esa vía, lo que firmará la sentencia de muerte definitiva de este humedal.

A este problema suma que Las Tablas de Daimiel, que cumplirán en 2023 medio siglo como Parque Nacional, tiene un subsuelo formado por turberas naturales. «Estas corren el riesgo de arder, como ya sucedió en 2009, por culpa de la desecación y sobreexplotación del agua subterránea de la que se alimenta».

La actividad humana y el cambio climático

«La actividad humana junto con el cambio climático están poniendo en peligro el futuro de estos humedales icónicos. El aumento de las temperaturas, la subida del nivel del mar y el descenso de las precipitaciones son presiones suficientemente importantes para poner en riesgo la supervivencia de estos ecosistemas», ha declarado Julio Barea, responsable de la campaña de aguas de Greenpeace.

A ello ha añadido la presión del ser humano que sobreexplota los recursos hídricos del entorno de los humedales, «especialmente para alimentar una agricultura insostenible intensiva e industrial, lo que hace totalmente inviable el mantenimiento de estos enclaves a corto-largo plazo».

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