Con el objetivo de evitar la muerte de especies protegidas por electrocuciones o colisión con el cableado, el Gobierno de Castilla-La Mancha va a lanzar una convocatoria de ayudas dotada con 2,3 millones. El dinero irá destinado a adaptar las líneas eléctricas de alta tensión en las Zonas de Protección de la Avifauna, las zonas más sensibles a la electrocución o colisión de avifauna, como espacios Red Natura 2000, Lugares de Importancia Comunitaria (LIC), Zonas Especiales de Conservación (ZEC) o Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA)
La medida pretende proteger hasta a 230 especies, entre ellas algunas de especial importancia como el águila imperial ibérica o el águila perdicera. La Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo rural trabaja junto con las empresas privadas para mejorar el cableado y evitar así más casos de electrocuciones de aves.
Las ayudas que se publican mañana ascienden a 2,3 millones de euros. Podrán ser solicitadas por personas jurídicas, públicas o privadas y titulares de líneas eléctricas de alta tensión que lleven a cabo la corrección de apoyos, adecuación y sustitución de crucetas existentes que entrañen un peligro claro para estas especies, o el aislamiento de conductores y otros elementos de tensión mediante funda plástica, así como la instalación de ‘salvapájaros’ o señaladores visuales.
Las ayudas recogidas en la orden, tienen como objetivo eliminar la mortalidad de aves causada por líneas eléctricas aéreas, compatibilizando la conservación con el necesario desarrollo del medio rural y de sus habitantes en el que el empleo de la electricidad es de vital importancia, compensando los costes derivados de la corrección de las líneas eléctricas aéreas de alta tensión, que tienen un mayor historial de electrocuciones y colisiones, con la finalidad última de la conservación de la biodiversidad.
Más de 20 años «trabajando para reducir estas incidencias»
La recuperación de las especies en peligro de extinción y vulnerables en Castilla-La Mancha como el águila perdicera, águila imperial, buitre negro o cigüeña negra está íntimamente ligada a la reducción del riesgo de electrocución.
De esta manera los planes de recuperación regionales de todas estas especies tienen como objetivo eliminar o reducir al mínimo posible la incidencia de las causas de mortalidad no natural de la especie, siendo la electrocución uno de los más importantes.
En respuesta a esta situación, desde hace más de 20 años se viene trabajando en la reducción de esta causa de mortalidad no natural, mediante la modificación o corrección de las líneas eléctricas aéreas más antiguas con fondos propios de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, fondos europeos, e incluso conciertos con entidades privadas.
Este esfuerzo se ha visto recompensado en una notable recuperación de algunas de estas especies cuya población había sido muy diezmada por esta causa como el águila imperial ibérica que ha pasado en Castilla-La Mancha de tener menos de 100 parejas hace 15 años a más de 200 en el último censo del año pasado.