La Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura ha aprobado este martes una derivación de 38 hectómetros cúbicos de la cabecera del Tajo al Segura, correspondiente al mes de marzo.
Así lo ha indicado en una nota de prensa la Asociación de Municipios Ribereños de Entrepeñas y Buendía, en la cabecera del Tajo, que ha precisado que la decisión se ha tomado esta tarde en una reunión vía telemática que ha celebrado la Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura.
En la reunión ha participado el representante de los pueblos ribereños Francisco Pérez Torrecilla, como vocal de la Mancomunidad de Aguas de Municipios Colindantes de los Embalses de Entrepeñas y Buendía, que tiene voz pero no voto en la Comisión de Explotación.
Pérez Torrecilla ha rechazado esta nueva derivación y ha argumentado sobre «lo inconveniente e innecesario de este nuevo envío, aprobado automáticamente sin necesidad del visto bueno del Ministerio para la Transición Ecológica, al encontrarse los embalses en nivel 2».
Ha considerado que «escudarse en la normativa después de casi dos años de gobierno resulta cobarde y repugnante».
Ha criticado «una normativa injusta e insolidaria para con nosotros e inútil para los intereses de ambas cuencas, pues ni beneficia al Tajo porque aboca continuamente al nivel 3 de emergencia, ni interesa a la del Segura, por similares razones», ha afirmado Pérez Torrecilla al término de la reunión.
Situación de normalidad en el segura
A su juicio, esta derivación de 38 hectómetros cúbicos no está justificada, porque «los sistemas del Segura se encuentran en una situación de normalidad, el abastecimiento a la población está más que garantizado, sobre todo ahora que no hay turismo»
Y además «cuentan con agua embalsada suficiente (entre los que se encuentran 141 hectómetros cúbicos de anteriores envíos), 66 hectómetros cúbicos de trasvases pendientes de envío, agua de lluvia reciente (incluso con inundaciones) y el aporte de las desaladoras», ha asegurado Pérez Torrecilla.
Los municipios ribereños han reiterado su deseo «de que esta situación de crisis sanitaria termine pronto» y han agradecido el esfuerzo «del Gobierno de España, así como del de la Junta de Castilla-La Mancha y de todos los colectivos implicados».
Pero han lamentaado «la actitud del Partido Popular de la Región de Murcia, tratando de sacar rédito político y económico a esta situación, defendiendo una vez más los intereses de una agroindustria que ha provocado pobreza en su comarca durante cuarenta años y el colapso del Mar Menor, que degenerará en graves problemas económicos para los vecinos de la Región».
Los ribereños temen también que «esta situación de crisis, que de por sí generará graves pérdidas económicas a sus vecinos con una primavera en blanco, puedan agravarse en verano con una lámina de agua insuficiente en sus embalses, mientras otras zonas puedan recuperarse».
Un trasvase que no ha parado durante la cuarentena
El 6 de marzo, tras casi medio año cerrado, el acueducto Tajo-Segura se abría para enviar los 66 hectómetros cúbicos aprobados entre marzo y febrero. A un ritmo de 14 metros cúbicos por segundo se comenzaba a marchar el agua hacia al Levante, un ritmo que no se ha interrumpido durante la cuarentena por el coronavirus.
Además, tras la reunión de ayer se confirman los peores temores que tenía la Asociación de Municipios Ribereños.
Que en los dos últimos meses se hayan aprobado cuatro hectómetros menos de los que se podían trasvasar (16 hectómetros y no 20) ha sido fundamental para que este mes se marchen al Levante 38 y no 20 hectómetros.
Y es que según está determinado en el Memorándum del Tajo, la situación nivel 2 comienza a partir de los 591 hectómetros cúbicos en el mes de marzo, una cantidad que se queda un poco por debajo de las reservas efectivas al inicio del mes y lo que ha propiciado esa propuesta de la Comisión Central de Explotación y que se hace efectiva automáticamente según está recogido en la normativa.