Las Lagunas de Villafranca de los Caballeros, en la provincia de Toledo, no puede ser utilizado como zona recreativa y de baño este verano por falta de agua, ya que la falta de lluvia y la constante evaporación del agua debido al aumento de las temperaturas no han permitido que estas lagunas aumenten su caudal en este año.
El alcalde de Villafranca, Julián Bolaños, en declaraciones a Efe ha lamentado esta situación de falta de agua que según él, no afecta solo a las lagunas sino que también es un problema para los agricultores y ha destacado que ésta es «la sequía más pertinaz» que se ha registrado desde los últimos seis años, que se compone de «veranos larguísimos» de mucho calor y «con temperaturas muy elevadas desde marzo y llegan hasta noviembre» lo que se traduce en una constante evaporación del agua.
Las Lagunas de Villafranca y el problema que tienen por la falta de agua
El complejo lagunar de Villafranca está conformado por la Laguna Grande, la Laguna Chica y la Laguna de Sal, son de origen endorreico, es decir, se abastecen del agua de lluvia y del caudal del río Cigüela, y normalmente se utilizan en verano como zona de baño, sin embargo, el alcalde ha lamentado que «la gente ahora no se puede bañar».
Como muestra de la sequía de las lagunas de Villafranca, el alcalde ha señalado que la Laguna Grande puede alcanzar entre 2 y 3 metros de profundidad en su plenitud en la zona central, sin embargo en su situación actual «la puedes cruzar andando y llega el agua a la rodilla».
«Este año no ha llovido nada, desde las últimas lluvias de la primavera de 2018 no ha llovido apenas. En Semana Santa llovió dos días y desde entonces hasta ahora no ha vuelto a llover nada, y esas cosas se notan en una laguna que se abastece de las aguas de lluvia y del río, pero si no llueve el río tampoco tiene caudal» ha declarado el alcalde.
Ha reconocido que no encuentra una solución que esté en su mano y que está «abierto a cualquier sugerencia» para lograr que las lagunas puedan recuperar el nivel de agua.
El alcalde ha reconocido que hay ciertas soluciones que se han propuesto que «no entran en la cabeza de nadie», como puede ser realizar un trasvase o hacer pozos y echar agua del pozo a la laguna y ha comentado que lo del trasvase «no quedará por pedir».
La sequía de las lagunas también ha afectado a la presencia de algunas de las especies, sobre todo aves, que solían frecuentar la charca como los patos ‘coloraos’ o zorzomujos, que necesitan mucha agua, ahora no hay.
Sin embargo, el alcalde ha afirmado que «se cambian unas especies por otras» en referencia a que ahora en la laguna hay un gran número de flamencos, que «por muy bonitos que son, aquí no gusta verlos, porque cuando vienen los flamencos es porque hay muy poquita agua».
Bolaños ha incidido que no se puede tachar la sequía de desastre ecológico, porque «un desastre es que hubiera vertidos en el agua».
En cambio, ha señalado que los ciclos de sequía son algo natural y que «por desgracia cada vez más duraderas y más largas», y ha demostrado su preocupación por el cambio climático, que algunos, según su visión «lo toman a risa».
Además, ha añadido que la falta de agua no cambia el atractivo de las lagunas, que el año pasado registró 2.100 visitas, de personas que dedicaron al senderismo o al avistamiento de aves, así como para disfrutar de la naturaleza.