El número de incendios forestales en Castilla-La Mancha se ha reducido en un 35 por ciento en lo que va de año respecto al anterior, mientras que el número de hectáreas calcinadas ha disminuido en un 83 por ciento, debido al incremento, por encima de la media, de las precipitaciones en primavera.
Así lo ha dado a conocer a preguntas de periodistas el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, quien ha visitado hoy las obras de instalación de una planta fotovoltaica de la empresa pública Geacam en Toledo.
Una campaña «con normalidad» por la climatología
Según Martínez Arroyo, la campaña de incendios forestales, que se extiende desde el 1 de junio hasta el 30 de septiembre, se está desarrollando «con normalidad en un año excepcionalmente bueno debido a la excelente climatología» con lluvias por encima de la media durante el final de la primavera y el inicio del verano, así como unas temperaturas por debajo de lo habitual, hechos que han permitido que la mayor parte del suelo de la región tenga «un grado de humedad muy superior al que habitualmente tienen en esos meses».
Ello ha permitido una «reducción espectacular» en un 35 por ciento del número de incendios en la región en lo que va de 2018 respecto al año pasado.
También, el número de hectáreas calcinadas ha descendido en un 83 por ciento en relación a 2017.
Martínez Arroyo agradece el «esfuerzo» de los equipos de extinción
Estos resultados se deben, a juicio del titular autonómico de Agricultura, al «esfuerzo» de los trabajadores y agentes medioambientales, especialmente de Geacam, en labores de prevención de incendios.
Asimismo, ha pedido prudencia a los castellano-manchegos para que no olviden que hasta que no finalice la campaña existen riesgos de que cualquier actuación en el campo provoque un incendio.