A lo largo del próximo domingo 22 de agosto y durante la madrugada del día 23 se producirá un fenómeno astronómico que solo se repite cada cierto tiempo: la luna azul de agosto.
No piensen que van a ver nuestro querido satélite con tonos azulados. El nombre que la ha hecho famosa se debe a una desviación del inglés más antiguo.
Sencillamente, van a observar una, siempre hermosa, luna llena. Y ¿qué es lo que la hace especial? Pues el periodo de tiempo en el que se produce.
Las lunas llenas las podemos contemplar cada 29 días más o menos, es decir, una vez al mes. O, dicho de otra forma, distinguimos tres en cada estación del calendario gregoriano, que es por el que nos guiamos.
Pero cada dos años y medio, aproximadamente, tenemos una luna llena más de regalo. Esto significa que cada ese margen de tiempo se produce este fenómeno en una fecha determinada del año. En esta ocasión, se da en este mes, por lo que también se la conoce como luna de agosto.
¿Cómo y dónde podemos ver la luna azul?
Para ver al romántico satélite en toda su plenitud debemos alejarnos de las zonas con gran contaminación lumínica (las ciudades), con el horizonte más abierto posible (para tener un amplio escenario visual y sin elemento alguno que lo obstaculice) y confiar en que las nubes no hagan de las suyas en el momento menos indicado.
Desde cualquier punto de la región podremos visualizarla, sin grandes esfuerzos.
Obviamente, cualquier telescopio nos permitirá apreciar mejor su excepcional belleza, pero, no se aflijan, la naturaleza es generosa y tengan claro que con nuestros propio ojos y sin aparato alguno podremos disfrutarla, como hacemos con el resto de lunas del año.
¡Anímense! No se pierdan este segundo fenómeno astronómico del mes (el primero fue las perseidas) que hace nuestras noches veraniegas más llevaderas.