El cuerpo de agentes medioambientales de Castilla-La Mancha ha llevado a cabo más de 2.000 intervenciones a lo largo de la temporada de caza menor que ha finalizado el 8 de febrero.
Según ha informado en nota de prensa la Asociación Profesional de Agentes Medioambientales (APAM), estas intervenciones forman parte de su trabajo habitual y se intensifican en estas temporadas con el objetivo de garantizar que la actividad cinegética se desarrolle dentro de los cauces legales, con el menor riesgo posible y la máxima seguridad para los cazadores y otros usuarios del medio natural.
Entre las actuaciones llevadas a cabo, APAM ha destacado una intervención en la provincia de Albacete en la que procedió a denunciar a varios cazadores y al organizador de una montería por no respetar las distancias de seguridad respecto a un camino público.
Asimismo, en la provincia de Cuenca los agentes medioambientales detectaron en una montería que varios cazadores se encontraban ubicados en localizaciones que incumplían la distancia de seguridad a una carretera, con el evidente riesgo que ello conlleva para los usuarios de la misma por la posibilidad de cometer un error y dirigir sus armas de fuego hacia la vía.
También procedieron a la denuncia de dos de los participantes y al decomiso del arma por simultanear la acción de cazar desde el mismo punto con varias armas a la misma vez -lo que se conoce como doblar puesto- y carecer de licencia y permiso de caza.
De igual forma, han denunciado a otro participante por modificar su arma permitiendo que ésta albergara y dispusiera de más munición de la permitida y procedieron también al decomiso de la misma.
La comprobación de la documentación necesaria para el ejercicio de la actividad, la inspección de los perros que se emplean para tal fin y de las medidas de seguridad, la vigilancia para impedir la caza furtiva así como el registro de vehículos, son otras de las intervenciones que han llevado a cabo los agentes medioambientales.
Con respecto a los accidentes, en algunos casos mortales, han recordado que se han debido en su mayor parte a que los cazadores se encontraban doblando puesto y a la carencia de elementos y prendas de alta visibilidad de color naranja el ejercicio de la caza, ambas acciones que conllevan sus correspondientes sanciones.
No obstante, APAM ha recalcado que la mayoría de quienes practican la caza en Castilla-La Mancha cumplen la normativa.