La empresa RIC Energy ha obtenido las dos autorizaciones ambientales para implantar dos nuevas plantas fotovoltaicas en la provincia de Toledo, en las localidades Ontígola y Ocaña. Ambas instalaciones contarán con 250MW cada una.
La compañía ha recibido la declaración de impacto ambiental positiva y, de este modo, construirá las dos plantas con las que pretende abastecer a unos 300.000 hogares y afirma que evitará la emisión de 28.000 toneladas de CO₂ al año, lo que equivaldría a la retirada de 16.000 coches de la circulación.
«Estos proyectos son un paso fundamental para impulsar la transición hacia las energías limpias, para alcanzar una mayor independencia energética y para situar a Castilla–La Mancha como una de las regiones del mundo con mayor potencia renovable», ha añadido Daniel Fernández de Salamanca, director de Operaciones de la compañía.
RIC Energy ya tiene la autorización para instalar un total de 1.200 MW a lo largo y ancho de la región, con proyectos en Brazatortas (Ciudad Real) o Minganilla y Belinchón (Cuenca).