El consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, ha abogado hoy por que se vuelva a poner en marcha el Plan Especial del Alto Guadiana (PEAG) y para que se regularicen los aproximadamente 1.000 pozos que aún quedan por regularizar en la zona.
Martínez Arroyo ha considerado que es un buen momento para volver a solicitar a la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, que vuelva a ponerse en marcha el PEAG y el consorcio en el que participaban la Administración General del Estado y la autonómica de Castilla-La Mancha.
«Lo venimos haciendo desde el inicio de la legislatura, creemos que es una herramienta imprescindible para resolver el problema de los agricultores, de los regantes y es de las pocas ocasiones en las que se ha conseguido una comunicación total entre dos administraciones públicas para resolver un problema que afecta a los agricultores» ha afirmado el consejero.
Alrededor de 1.000 pozos pendientes de regulación en el Alto Guadiana
En esta zona está pendiente la regularización de los pozos de las explotaciones prioritarias desde hace mucho tiempo «y creo que ya es el momento de resolver esta cuestión», ha comentado Martínez Arroyo antes de reunirse con representantes de Junta de Gobierno de la Comunidad de Usuarios de la Mesa Mancha Occidental 1.
No se sabe con exactitud cuántos pozos hay pendientes de regularización, pero se estima que pueden ser en torno a unos 1.000, ha apuntado Martínez Arroyo, que ha recordado que es una competencia de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) con la que se viene trabajando desde el inicio de la legislatura en esta cuestión.
«Estamos ya en condiciones de resolver este problema para los agricultores de las explotaciones prioritarias, el tema técnicamente está salvado», ha asegurado el consejero, que espera que a lo largo de 2018 los agricultores del Alto Guadiana reciban la comunicación de la CHG «sobre la solución para los pozos de las explotaciones prioritarias».
«Fue un error que el anterior gobierno cerrará la colaboración»
Ha recordado que el PEAG tenía previsto regularizar los pozos de las explotaciones prioritarias, pero que «lamentablemente» el anterior Gobierno regional y el Gobierno central «decidieron cerrar la colaboración que existía a través de un consorcio en el que participaban las administraciones central y autonómica».
«Fue un error», ha considerado Martínez Arroyo, que ha subrayado que a través del PEAG se consiguió regularizar los pozos de 4.000 explotaciones de cultivos leñosos y se empezaron a tomar decisiones que afectaban por ejemplo al Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, cooperando entre administraciones.
[ze_summary text=»Que se recupere el Consorcio o cualquier instrumento que nos permita trabajar para solucionar los problemas de los agricultores»]Que se recupere el Consorcio o cualquier instrumento que nos permita trabajar para solucionar los problemas de los agricultores[/ze_summary] En este sentido, ha apuntado: «Lo que pedimos es que o bien se recupere el consorcio u otro instrumento, cualquiera que sea, que nos permita sentarnos en una mesa para trabajar independientemente de quien gobierne para solucionar los problemas de los agricultores del Alto Guadiana».Ha pedido al Gobierno que finalice las ramificaciones de la «tubería manchega»
Por otra parte, ha abogado por que el Gobierno finalice las ramificaciones de la denominada «tubería manchega» que tiene que enviar agua al Alto Guadiana, fundamentalmente en la provincia de Ciudad Real, pero también a otras zonas de las provincias de Cuenca y de Albacete.
«Nosotros queremos que se hagan las ramificaciones a todos los pueblos de la comarca natural de La Mancha y hay que hacer esa obra», ha señalado Martínez Arroyo, que ha confiado en que se hagan cuántos antes, porque sabe «que hay voluntad por parte del Gobierno central en realizar esas obras».
Martínez Arroyo ha apuntado que la «tubería manchega» tiene como objetivo principal el abastecimiento humano, pero también un objetivo secundario que es garantizar el encharcamiento mínimo en las Tablas de Daimiel y un tercer objetivo que es garantizar el regadío en caso de que sea necesario en temas de extrema sequía.