El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha confiado en que las nuevas reglas de explotación del trasvase Tajo-Segura, que se conocerán el próximo lunes 28 de abril sean buenas para los intereses hídricos de Castilla-La Mancha.
Cree que el Ministerio va a ser «coherente» con la sostenibilidad
Lo fundamenta en la «coherencia» y en la lucha «contra viento y marea, y contra los ataques» que entiende que viene sufriendo el Ministerio para la Transición Ecológica por defender la transición verde y la sostenibilidad.
Así lo ha expresado en la presentación del Plan Conceptual de Participación Pública (PCPP) de la red española de hidrógeno, en Puertollano, en la que precisamente ha participado el subsecretario para la Transición Ecológica, y el Reto Demográfico, Miguel González Suela.
Page ha subrayado que esas nuevas reglas de explotación, a las que obliga el Plan Hidrológico del Tajo, tienen que ir en coherencia con el propio plan, que establece caudales mínimos para el Tajo en los tramos que no lo tenía, así como con la directiva Marco del Agua de la Unión Europea y con las cinco sentencias del Tribunal Supremo «que han constado mucho conseguir a esta tierra», ha afirmado.
Y es que para el presidente regional todos los temas que tengan que ver con la sostenibilidad no deberían ser tema de «confrontación», sino que el futuro económico de España pasa precisamente por ahí.
Ganar soberanía energética
Como ejemplo ha puesto que «ganar soberanía energética es de las mejores apuestas que puede hacer España a corto, medio y largo plazo», pera no depender así de los vaivenes de precio de los combustibles fósiles «unas veces por política y otros por especulación».
Ha recordado que Castilla-La Mancha aspira a ser la «gran despensa energética» del país, y por eso también ha querido alabar a otro Ministerio, el de Industria, por los 60 millones que va a poner para impulsar la acería verde de Puertollano, dado que será la economía del futuro.
«Dentro de 20 o 30 años ya no es que no vaya a ser rentable, es que lo antiguo no lo vamos a permitir, por eso cada vez más empresas incorporan el criterio del cambio climático», ha indicado, no solo por el planeta, sino «como input económico, el que no apueste por uno sostenible, tiene los días contados».