La polémica sobre la industria de la carne entre el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y Alberto Garzón, ministro de Consumo, sigue encendida. Hoy, durante la reunión el Comité Federal del PSOE, Page ha vuelto a arremeter contra el ministro y se reafirma en que «tiene que cambiar su criterio».
«Cuando alguien mete la pata(…) lo mejor es rectificar» ha dicho el presidente regional. Y ha sugerido que Garzón no trabaja demasiado: «cuando el diablo no tiene nada que hacer, mata moscas con el rabo». También ha vuelto a defender la calidad de la carne porque «no ha habido en la vida unos controles sanitarios tan extraordinarios» como ahora. El presidente regional sigue avivando la llama y afirma que «no se puede hacer daño gratuitamente». Garzón quiso aclarar sus palabras en sus redes sociales. El resumen de su mensaje es que la ganadería «extensible sí es sostenible», mientras que el modelo de macrogranjas no lo es.
Page pide a Garzón que «rectifique» y no haga «propaganda negativa del sector cárnico»
Page quiere hacer una «política equilibrada» con las macrogranjas»
El origen de este embrollo es la entrevista que Garzón realizó al diario británico «The Guardian», donde criticaba el modelo de las macrogranjas y elogiaba la ganadería extensiva. Unas palabras que sentaron mal al presidente de Castilla-La Mancha porque «dañan a un sector muy importante de la región», en palabras de Page. Y ha añadido que su intención en el asunto de las macrogranjas es hacer una «política equilibrada» y «pactar con todas las partes interesadas».
Las críticas a Garzón le han llovido desde casi todas las patronales empresariales y de asociaciones ganaderas. La última en unirse ha sido la organización de Cooperativas Agroalimentarias de Castilla-La Mancha, que considera que las afirmaciones de Garzón son «inaceptables» y reiteran que quieren su dimisión. Además, la organización agroalimentaria dice que»las macrogranjas cumplen la legislación vigente» y que «no representan el panorama productivo mayoritario la región».