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sábado, 4 de enero de 2025
Protestan contra el nuevo decreto de macrogranjas.
protestan ante el Palacio de Fuensalida - 02 enero 2025 - Toledo

Stop Ganadería Industrial de Castilla-La Mancha ha reclamado este jueves al Gobierno de Castilla-La Mancha que dé marcha atrás y no reactive la concesión de las licencias para ampliar el número de macrogranjas. Con lemas del tipo «Page atiende, la Mancha no se vende», «Nosotros votamos, los gorrinos no» o «Quiero oler a pino, no a mierda de gorrino» los manifestantes concentrados ante la puerta del Palacio de Fuensalida, sede del Ejecutivo autonómico, han denunciado que la producción industrial de carne, lejos de crear tejido económico en el territorio o fijar población, amenaza la calidad de vida de los pueblos, con malos olores, problemas de salud pública, contaminación de agua, suelos con excesos de nitratos.

«El pueblo no quiere ese tipo de ganadería industrial porque solo nos trae ruina, solo nos quita calidad de vida y hace ricos a unos pocos. Además, la carne, se va a miles de kilómetros porque aquí no se consume, la mayoría es para exportación», ha señalado, en declaraciones a los medios, Paciencia Talaya, integrante de la Junta de Stop Ganadería Industrial Castilla-La Mancha, que también se opone a la proliferación de plantas de biogás-biometano que proyecta el Ejecutivo castellanomanchego


«Venimos a decirle al señor Page que esta mierda, esta gran cagada que están haciendo, que la rectifiquen, que aún están a tiempo, que el pueblo no lo quiere y no puede hacer algo en contra del pueblo». Y es que Talaya ha criticado que el Ejecutivo regional haya dedicado el tiempo en el que no ha autorizado macrogranjas para hacer «una legislación a medida para que todo les cuadre».

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Contra las plantas de biogás

«Ahora hacen un plan de biometanización por el que nos van a llenar toda la comunidad de plantas de biogás. ¿Para qué? Para que estén al lado de las macrogranjas y así las macrogranjas tengan, digamos, una salida para sus miles de toneladas de purines», denuncian desde estas asociaciones, que lamentan que dicha normativa «solo dé manga ancha a los empresarios de la ganadería industrial». «Nos han tomado el pelo, no nos tienen en cuenta y por eso vamos a estar aquí las veces que haga falta», ha advertido la representante de Stop Ganadería Industrial, que asegura que los vecinos de las comarcas afectadas «han perdido la confianza en nuestros políticos».

«Precisamente, declararon la moratoria cuando faltaba muy poquito para las elecciones y ahora resulta que nos salen con este plan de biometanización. Nos sentimos muy estafados, muy engañados, muy ninguneados y hemos perdido la confianza en los políticos, que son los que tienen que protegernos».

Por su parte, otra de las integrantes de Stop Ganadería Industrial y representante de Ecologistas de la Manchuela, Amparo Cuenca, ha recordado que la decisión del Ejecutivo regional de paralizar la concesión de licencia vino después de la denuncia de la Unión Europea, por incumplir la ley de protección de aguas, «porque hay un montón de acuíferos que están contaminados».

«Lo que nos encontramos con el decreto de purines –aprobado por el Consejo de Gobierno de la pasada semana– es que han hecho una ley a medida de los grandes ganaderos de la agricultura intensiva. Y eso es lo que no queremos. Lo que queremos es que se respete la ganadería extensiva de nuestra región y que no se den más licencias para agricultura intensiva», ha reivindicado.

Tras lamentar que el Gobierno regional no les haya tenido en cuenta, han propuesto hacer un estudio de la carga ganadera que en la actualidad hay en la región «para no tener más de la necesaria, porque no queremos que se contamine el agua».

«El futuro, en riesgo»

Y es que, además de temer que se reactiven las 61 licencias que quedaron paralizadas con la moratoria por toda la región, muestran recelos del plan de biometanización, que contempla 208 plantas de biogás en toda Castilla-La Mancha, proyecto con el que consideran que ponen el futuro de la comunidad en riesgo.

Desde estos colectivos alertan de que esas plantas de biogás provocarán un efecto llamada para la instalación de más macrogranjas, además de las molestias que provocarán para la población y sus riesgos ambientales.

«¿Por qué en Campo de Criptana, que no hay granjas intensivas de cerdos, van a poner dos macroplantas de biogás? ¿Va a ser un efecto llamada para la ganadería intensiva y más macrogranjas de cerdos?», se cuestiona la representante de Stop Ganadería Industrial C-LM, que considera que al Gobierno castellanomanchego le corresponde «defender el medio ambiente y no trapichear con él».

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