En Castilla-La Mancha todavía quedan 40.000 toneladas de neumáticos abandonados por destruir, tal y como ha señalado hoy el portavoz del Gobierno, Nacho Hernando. Hasta la fecha eran 140.000, pero hay que descontar ya las 100.000 toneladas que han sido pasto de las llamas en Seseña (Toledo).
Hasta que las llamas han devorado las 100.000 toneladas de neumáticos abandonados que había en Castilla-La Mancha repartidos por las diferentes provincias, en toda la región se contabilizaban 140.000 toneladas, tal y como ha explicado hoy el portavoz del Gobierno, Nacho Hernando.
A esa cantidad hay que descontarle las 100.000 toneladas de Seseña, por lo que todavía quedan 40.000 toneladas.
Y de estas 40.000 toneladas, 20.000 se encuentran repartidas por la provincia de Ciudad Real. Las 20.000 restantes están en cementerios mucho más pequeños distribuios por la geografía castellano-manchega. El Gobierno regional se ha comprometido a eliminarlas.