El Partido Animalista Pacma ha denunciado este miércoles que durante las fiestas locales de Brihuega, que se han celebrado este fin de semana, se han producido momentos de hostigamiento a becerros en la plaza de toros del municipio, durante una «disco vaca» en la que jóvenes, en aparente estado de embriaguez, daban tirones a los animales.
«Tirones de rabo y hostigamiento»
En un comunicado, Pacma ha definido la «Disco vaca», que se celebró en la madrugada del sábado 15 de octubre al domingo 16, como «un after hours taurino» en el que decenas de jóvenes, «algunos de ellos aparentemente en estado de embriaguez», acudieron a la plaza de toros de Brihuega para «intervenir con varios becerros a los que persiguieron hasta la extenuación al son de la música de DJ Rogol”.
En un vídeo difundido por Pacma, se puede ver cómo los jóvenes, en la arena de la plaza de toros, cogen por los cuernos a un becerro y, al tiempo, le tiran del rabo o le dan golpes en los costados, entre otras actitudes de hostigamiento.
🔴 Documentamos esta llamada "disco vaca" en Brihuega (Guadalajara) este pasado fin de semana: una multitud de jóvenes ebrios acosan, zarandean y hostigan a dos becerros desorientados y que solo quieren huir.
¡La tauromaquia también es esto! 😠 pic.twitter.com/8a5XKql7ru— PACMA (@PartidoPACMA) October 19, 2022
«Se agrede y agobia a un animal»
Este partido ha acusado a la administración pública de fomentar la «cultura de la borrachera” con este tipo de eventos en los que, ha afirmado, “se ridiculiza, persigue, agrede y agobia a un animal”.
También ha afeado el hecho de que, además, se trate de becerros sobresaltados por el nivel de ruido y la cantidad de gente presente y han denunciado que el horario de celebración de la «disco vaca» supone la creación de un “hervidero de excesos” que acaban pagando los animales y que “la organización es totalmente consciente de ello”.
“Ponen a los jóvenes, muchos ya sobrepasados, a desquitarse con los becerros. Dan un espectáculo lamentable. Muchos son pisoteados y arrastrados mientras intentan empujar y tentar a las crías. Es indescriptible la vergüenza ajena que producen las imágenes y el hecho de saber que cosas así están pagadas con dinero público”, ha lamentado Pacma.