Imposible e impredecible. La volatilidad de la política, la velocidad de los cambios sociales y tecnológicos, la devastación creciente del cambio climático y la fuerza de las reinvindicaciones de las mujeres para conseguir la verdadera igualdad y acabar con el machismo y su peor cara, la violencia de género, estaban en la mente de todos, pero no creo que nadie imaginara que los hechos en torno a todos esos temas sucedieran tal y como se han desencadenado en 2018. ¡Y menos todos en el mismo año! No hay quien se atreva a pronosticar lo siguiente y mucho menos sin temor a equivocarse.
Vamos de acontecimiento histórico en acontecimiento histórico. Digerimos en semanas hechos y coyunturas cuyo procesamiento costaba generaciones antes de que el siglo XXI aterrizase en la historia de la humanidad.
Sustituidos en horas, olvidados en días
Caen los presidentes del Gobierno como si nada. Figuras inamovibles son sustituidas en horas y olvidadas en días. Ahí está Mariano Rajoy, «el hombre con piel de elefante» en palabras de Angela Merkel, que tras varias décadas de protagonismo político pasó a la historia sin tiempo de despedirse. Pedro Sánchez, el candidato con los peores resultados de la historia del PSOE resulta que es el hombre que le ha devuelto al Gobierno. Contra pronóstico y a bordo de una moción de censura impredecible hasta en su resultado final.
O María Dolores de Cospedal, en Castilla-La Mancha, sobre la que su partido ha pasado página en un santiamén tras conocerse las comprometedoras grabaciones de Villarejo. En este año tocó la gloria y el infierno con apenas unos meses de diferencia.
El trasvase, ¿lo único inmutable?
¿Quién podía imaginar que la convivencia de PSOE y Podemos en el Gobierno de Castilla-La Mancha sería tan pacífica después de meses de desencuentros? ¿Y que VOX haría temblar todos los pronósticos para las elecciones autonómicas y municipales del 26 de mayo de 2019?
Y, si todo va tan rápido, ¿cómo es posible que ni siquiera el ritmo endiablado de los acontecimientos haya logrado acabar con el trasvase Tajo-Segura? Parece que todo pasa menos esa sangría ecológica que se ha cargado el río más largo de España, que ya no tiene ni agua ni fauna ni flora fluvial en gran parte de su cauce.