César del Río
Un respiro. Pequeño. Que no altera el funcionamiento de la política en esta región, pero que sirve para aligerar peso. Un acuerdo de mínimos, que dirían los bien hablados. Porque a los máximos, no lo duden, no llegarán nunca. Y menos cuando ya quedan menos de dos años para otra ración de bronca preelectoral y 10 asaltos en el ring.
Tenían que ser precisamente las farmacias quienes sellaran ese pequeño remanso de paz y proporcionaran árnica entre los dos partidos mayoritarios, las mismas farmacias que significaron el primer gran pollo con el que se encontró el Gobierno de María Dolores de Cospedal nada más llegar al Palacio de Fuensalida.
Pastilla para hoy pero dolor de cabeza para mañana. El mismo día que faltó el consejero sanitario Ignacio Echániz al Pleno de las Cortes y provocó que los socialistas estuvieran «moscas», entre bastidores, porque el debate general que habían solicitado para hablar sobre la implantación del llamado modelo público-privado en los hospitales de Castilla-La Mancha se había ido al garete previa llamada días antes a su contrincante, Fernando Mora, para que por favor lo cambiaran de fecha por una cuestión personal que justificaba su ausencia. Y cuyo desenlace no sé si traerá, o no, cola.
Pregunten…
Y ahora llega el lío de los líos. La reforma del Estatuto de Autonomía, que implicaría un cambio en la ley electoral y, he aquí la madre de todas las batallas, la reducción del número de diputados a unos pocos más de la mitad de los que hay hasta ahora. A leches acabarán si todo sale según lo previsto. Para qué nos vamos a querer engañar antes de tiempo.
Unos, PP, dicen que para ahorrar y adaptarnos a los tiempos; otros, PSOE, que para qué hace falta reducir si los diputados ya no cobran un sueldo (pero, recuerden, sólo en asistencia a Plenos y Comisiones administran entre 1.400 y 1.800 euritos cada mes cada una de nuestras señorías).
Mientras, IU y UPyD a verlas venir porque ni están ni, es lo más probable, se les va a esperar.
La «popular» Inmaculada López desveló hace unos días que hay reuniones entre ambos partidos para intentar llegar a un acuerdo. Reuniones que, imagino, protagonizan el presidente de las Cortes y secretario general del PP, Vicente Tirado; y el secretario de Organización de los socialistas, Jesús Fernández Vaquero, pero que no servirán de nada.
Yo aposté hace tiempo por la fórmula de menos políticos pero mejor pagados. Y echándole sus ocho horas diarias a la cosa. Lo que ahora no sucede, vamos.
Es lo que hay. No esperen más porque de lo contrario sería política ficción. Y eso en la vida real…
cesardelrio@encastillalamancha.es