A algunos miembros del Gobierno y dirigentes del PP se les habrán revuelto las tripas, el martes último, cuando escucharon o leyeron lo que dijo la fiscal del caso Gürtel en el juicio. Tras ocho años de investigación y un año de sesiones de juicio, afirmó que ha quedado «plena, abrumadora y constantemente acreditado» que el PP disponía de una caja B, una contabilidad paralela no declarada con las donaciones millonarias de dinero que recibía de empresarios a cambio de contratos y favores. Los dirigentes «populares» siempre lo han negado.

El desafío que el Gobierno de Cataluña y los independentistas mantienen frente al Estado español y la Constitución es, por su gravedad, la noticia más importante y destacada en todos los medios de comunicación y ha desplazado a un segundo plano (o tercero o cuarto, según los casos) la información sobre las últimas sesiones del juicio por esa trama de corrupción. Pero la Justicia sigue su camino al margen de la política -aunque en ocasiones hay motivos para pensar lo contrario- y va a dictar una sentencia que en el PP temen más que los agricultores a una tormenta con granizo.

Concepción Sabadell, la fiscal encargada de este caso, ha sido rotunda en sus afirmaciones, sustentadas en años de investigación y en las declaraciones de testigos, entre ellos varios empresarios que han reconocido haber dado dinero al PP o costosos regalos a algunos cargos de ese partido, a cambio de recibir contratos.

El dinero en Suiza del extesorero del PP Luis Bárcenas

Considera probado que el extesorero del PP y exsenador Luis Bárcenas se quedó con 270.00 euros de esa caja B para su beneficio personal. Hay que recordar que la policía descubrió que tenía en bancos de Suiza 48 millones de euros sin declararlos a la Agencia Tributaria española, más otras cantidades que logró ocultar en distintos paraísos fiscales, según ha afirmado la fiscal.

Pero Concepción Sabadell también considera probado que el PP se benefició de ese dinero no declarado a la Hacienda Pública, porque supuestamente sirvió para pagar obras de reforma en su sede central de la madrileña calle Génova; para financiar campañas electorales de Esperanza Aguirre y de algunos alcaldes; para pagar sobresueldos a cargos del PP… Por eso sostiene la fiscal que este partido es «partícipe a título lucrativo» en los delitos que presuntamente cometieron los acusados.

El asunto de Cataluña es muy importante y muy grave, sin duda. Pero hay vida más allá de ese tema, con sus cosas buenas y sus cosas malas, entre estas últimas el caso Gürtel. En este juicio han hablado de la contabilidad paralela del PP, esa caja B, pero esto será visto en otro juicio para el que aún no se ha fijado la fecha.

Medidas contra la corrupción política

En los últimos años, tras los casos de corrupción política que han escadalizado a la ciudanía -los que afectan al PP, el partido con más imputados, pero también los ERE falsos del PSOE de Andalucía, las comisiones ilegales de Convergència i Unió en Cataluña y otros-, las Cortes han aprobado leyes para intentar evitar este tipo de conductas.

Lo que quiere la ciudadanía son políticos que se dediquen a gobernar y a resolver los problemas, no a enriquecerse personalmente como han hecho algunos, ni a utilizar su cargo para favorecer a familiares y amigos, ni tampoco a satisfacer su ego personal, que de todo hay.

Lo que quiere la ciudadanía es que se pongan los medios necesarios para evitar que se repitan casos como el de la trama Gürtel y otros; que el problema catalán se resuelva con diálogo, sentido común y respeto a las leyes; que los parlamentos autonómicos se dediquen a trabajar en beneficio de la sociedad y no permanezcan cerrados cuando interesa, como ocurre con el Parlament catalán… ¿Llegará algún día en que eso sea una realidad?