Alicia Ródenas Sánchez es una alumna del IES Diego de Siloé, de Albacete, y tiene un arte que nos ha hecho pensar, meditar, sonrojar y llorar. Es la protagonista principal, porque detrás de ella hay toda una juventud que quiere cambiar las cosas, de un video que se ha hecho viral y que han llevado a sus portadas varios medios de información no solo regional, también nacional.

«Ahora o nunca» contiene algunas de las frases de contenido machista que hemos oído durante años y años y que, por desgracia, muchas de ellas todavía se repiten a diario… «Si te ven jugar con los niños te van a llamar marimacho», «qué graciosos los niños levantando las faldas, son cosas de niños», «¿no tienes novio aún?», «estás siempre rodeada de chicos, calientapollas», «vas a ser madre, ¿no eres demasiado joven (o vieja)?», «si no querías que te mirase no te pongas ese escote», «no te toco ni de coña»…

[ze_summary text=»Qué graciosos los niños levantando las faldas, son cosas de niños»]Qué graciosos los niños levantando las faldas, son cosas de niños[/ze_summary] 

Son solo algunas de las frases tipo, de las etiquetas que llevamos escuchando desde años ha, que impregnan una interpretación de casi seis minutos que resume lo que ha sido, y es, la violencia machista «oculta», la que no es física y a la que no se le da la importancia que se merece porque parece que forma parte del lenguaje habitual «asimilado» como normal por la gran mayoría.

Como dejan claro esos alumnos de Segundo de Ballicherato, la violencia machista está en la vida desde que somos niños, niñas mejor, desde la infancia, y por desgracia las persigue hasta el final.

Roles que hay que cambiar y atajar precisamente desde que los niños y las niñas entran en los colegios. Igual que saben de memoria cómo utilizar un teléfono móvil, un ordenador o cualquier aparato que tenga teclas, sonido e imágenes, hay que educarlos en que entiendan que nadie es superior a nadie. Y mucho menos por cuestión de género. Y que hay frases hechas que podían ser muy «graciosas» antes pero que ahora nos repatean el estómago.

El ejemplo de Alicia Ródenas y sus jóvenes compañeros

Llama mucho la atención que en el siglo XXI, el de la revolución tecnológica que nos ha pasado por encima casi sin darnos cuenta, todavía estemos en pañales en algunos aspectos vitales de nuestra vida.

Y el machismo, no solo el que se experimenta físicamente, es la mejor prueba de ello.

Por fortuna, hay jóvenes que nos hacen ver que la esperanza continúa. El ejemplo de Alicia Ródenas y de sus compañeros es el mejor ejemplo