Hay dirigentes del Partido Popular que, en vez de decir a la ciudadanía lo que van a hacer en las comunidades autónomas y ayuntamientos donde gobiernen tras las próximas elecciones, utilizan el terrorismo y a las víctimas como arma política. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha dicho unos cuantos disparates que han causado dolor a familiares de víctimas, y su jefe político, Alberto Núñez Feijóo, no se ha atrevido a pedirle que no siga con ese lamentable discurso. Hace 12 años que ETA abandonó las armas y dejó de asesinar, pero en el PP hay quien parece ignorarlo. Vergonzoso.
En la primera semana de la campaña para las elecciones del 28 de mayo, Díaz Ayuso y otros dirigentes de los populares se han dedicado a remover de manera inmoral una de las páginas más terribles de la historia de este país, el terrorismo etarra. Una repugnante manera de buscar votos.
Condenados por asesinato están en las candidaturas de EH Bildu
La coalición de partidos independentistas vascos EH Bildu se presenta a las elecciones y tiene representantes en el Congreso, el Senado, los parlamentos vasco y navarro y en muchos ayuntamientos de esas dos comunidades autónomas. La asociación Covite (Colectivo de Víctimas del Terrorismo) ha denunciado que EH Bildu ha incluido en sus candidaturas a siete exmiembros de ETA que en su día fueron condenados por delitos de sangre y a otros 37 que lo fueron por haber pertenecido o colaborado con la organización terrorista. Todos han cumplido ya sus condenas y pueden presentarse a las elecciones, pero es algo tan cruel para las víctimas que ha provocado la crítica de todos los partidos políticos. ¿Se imaginan a uno de ellos siendo concejal en un ayuntamiento donde resida la familia de la persona a la que asesinó?
En el PP ha habido quien ha visto que esa denuncia de Covite les venía como anillo al dedo y, dispuestos a utilizar a las víctimas del terrorismo para sus intereses de partido, han cambiado el lema no oficial de su campaña para centrarla en EH Bildu: del «hay que derogar al sanchismo», que repetían en todos sus mítines, han pasado a criticar la inclusión de esos exetarras en las listas e incluso algunos han pedido la ilegalización de esa coalición abertzale, como también reclama Vox.
La bronca política que ha provocado la inclusión de esos nombres en las listas ha llevado a EH Bildu a rectificar, y los siete condenados por delitos de sangre han anunciado que, en el caso de resultar elegidos, no recogerán su acta de concejales.
La Fiscalía y el PP no ven argmentos jurídicos para ilegalizar a EH Bildu; Díaz Ayuso, sí
La asociación Dignidad y Justicia pidió a la Fiscalía que iniciara los trámites para ilegalizar a esa coalición abertzale, por vulnerar la ley de partidos. La Fiscalía, tras analizar este caso, ha dicho en un informe que no se da ninguno de los requisitos que exige la Ley de Partidos para poder iniciar los trámites de ilegalización de EH Bildu. Los servicios jurídicos del PP tampoco han encontrado argumentos para pedir la ilegalización, porque ya han cumplido sus condenas.
Pero ni la rectificación de EH Bildu tras su grave error ni el informe de la Fiscalía ni la opinión de los servicios jurídicos del PP han hecho que Díaz Ayuso y otros políticos populares dejen de seguir utilizando el terrorismo en la campaña electoral. El senador de este partido Pedro Rollán, cuando intervino en el pleno del Senado para mostrarse en contra de la Ley de Vivienda, el 17 de mayo, afirmó: «Los cimientos de esta ley se levantan sobre las cenizas del centro comercial Hipercor, con 21 muertos, cuatro de ellos niños [junio de 1987]; sobre los escombros de la plaza de la República Dominicana de Madrid, donde fueron asesinados 12 guardias civiles [julio de 1986], y sobre los hierros retorcidos de la casa cuartel de Zaragoza, donde les fue arrebatada la vida a 11 personas» [diciembre de 1987].
Como los diputados y senadores de EH Bildu han votado a favor de esta ley -junto con el PSOE, ERC y otros partidos de la izquierda-, este senador se atrevió a relacionarla con algunos de los más graves atentados de ETA. Y Alberto Núñez Feijóo, que asistía a la sesión plenaria, no le ha desautorizado.
La indignación de familiares de víctimas del terrorismo
Al día siguiente, Isabel Díaz Ayuso provocó la indignación de familiares de víctimas del terrorismo cuando dijo que ella es partidaria de iligalizar a EH Bildu, en contra de los informes de la fiscalía y de su propio partido, y añadió: «Bildu no son los herederos de ETA, es ETA. ETA está viva, está en el poder, vive de nuestro dinero, mina nuestras instituciones, quiere destruir España, privar a millones de españoles de sus derechos constitucionales y provocar una confrontación».
Las reacciones de víctimas del terrorismo contra esos disparates no se hicieron esperar. Consuelo Órdoñez, hermana del concejal del PP Gregorio Ordóñez asesinado por ETA: «Es la banalización en estado puro. No respetan a los muertos». Pablo Romero, hijo de otro asesinado por los terroristas: «Deje de decir barbaridades, Ahórreme el dolor de ver que ETA sigue viva en su boca». María Jáuregui, hija del concejal socialista Juan María Jáuregui: «La única que busca confrontación eres tú misma. Si de verdad quisieras respetar la memoria de las víctimas, ahora mismo estarías hablando de tu proyecto político, pero ni las respetas ni tienes proyecto. No todo vale en política. Es indecente». Gorka Landáburu, que sufrió heridas graves en 2001 por un paquete bomba: «Esta nueva barbaridad de Ayuso, además de falaz es un insulto no solamente a las víctimass sino a todos los que luchamos contra el terrorismo. A ETA se la venció hace 12 años. No añada más dolor al ya causado».
El 28 de mayo hay que acudir a las urnas, para elegir el gobierno de los cuatro próximos años en 12 comunidades autónomas y en más de ocho mil ayuntamientos. Las encuestas pronostican que la presidenta de la Comunidad de Madrid, a pesar de su indigna utilización del terrorismo y de otros muchos disparates que ha dicho durante su mandato, tiene muchas posibilidades de ganar casi por mayoría absoluta. Muchos madrileños y madrileñas recuerdan estos días el título de la película de Pedro Almodóvar: ¿Qué he hecho yo para merecer esto?