Artur Mas se ha puesto cariñoso y en pocas horas hemos pasado del sagrado objetivo del déficit para las comunidades autónomas, de las amenazas de intervención, del hay que meter en cintura a las autonomías y del no podemos tener 17 estados, uno en cada territorio, al no se preocupe y si no puede cumplir Hacienda, que somos todos, se lo solucionará.

No se agobien si son incumplidores del déficit, porque en 2013 todo cambia y el temido Cristóbal Montoro ha decidido ser condescendiente con los incumplidores para que Cataluña vuelva al redil y está dispuesto a perdonar sus pecados deficitarios y ser comprensivo con sus deudas.

Así que busque, compare y si no le gusta su déficit, pídale otro mejor a Montoro.

Tres puntos, tres, ha caído la economía de Castilla-La Mancha en 2012 a caballo de una política de austeridad impuesta y que era de obligado cumplimiento. ¡Tres puntos, tres, de caída!

Más de seis puntos de recorte en una región que apenas sobrepasa los 5.000 millones de euros de ingresos propios. 10.000 interinos despedidos. Un rosario de negación de ayudas de todo tipo. Más alumnos por clase. Menos médicos. Menos maestros. Menos profesores de apoyo. Dieta de pan y cebolla durante año y medio para la región que el PP encontró con la contabilidad hecha girones y un agujero negro en sus arcas.

Un año y medio renunciando a todo para cumplir con el sagrado mandamiento del déficit, escuchando amenazas, con las tripas vacías y las mandíbulas del gasto atrofiadas… ¿Para qué? ¿Para que ahora los que se lo han saltado a la torera lo tengan más fácil y los que han hecho más sacrificios se les quede cara de tontos? No puede ser y si puede ser, no debe ser.

¿Es que no le ha explicado el ministro Wert a su colega Montoro eso del esfuerzo, la disciplina y que los premios son para el alumno sobresaliente y no para el que suspende?

¡Qué sensación de injusticia e impotencia en una comunidad que ha hecho tanto esfuerzo y en la que sus ciudadanos lo han pagado tan caro!

Primero se fueron de rositas los que gastaron sin control y se burlaron del déficit. Y ahora, que nos ha costado sangre, sudor y lágrimas cuadrar las cuentas, nos dejan con la miel en los labios para dársela a los que se siguen burlando de las normas del Estado cuando son demasiado duras.

Lo dicho: Busque, compare y si no le gusta su déficit, pídale uno mejor a Montoro.

Una cosa más para terminar. ¿Podemos pedir también impuestos a la medida?