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sábado, 23 de noviembre de 2024
Prismáticos de un economista - 13 junio 2022 - Toledo
Vicente del Río Vicente del Río

Mis premisas

  • Cuanto más ruido de fondo y prisas, más reflexión, lecturas, investigación y acción. Independencia de criterio aunque te apartes del guion establecido o no seas lo políticamente correcto que exige la costumbre social. Son dos premisas que desde que aterricé hace ya algunos años en lo que me gusta llamar el «tercer cuarto» (de los 50 a los 75 años), intento que me sirvan como faro en cualquier asunto con el que tengo que lidiar.

Bienes y servicios

  • Distingo entre dos tipos de bienes y servicios. Están por un lado los de primera línea o de imprescindible valor (comida, suministros básicos, educación, vestir,  salud, cuidados…) y por otro los de valor particular (estos los considero de segunda línea y cada persona les da un valor más subjetivo). Las formas de dinero (el gran intercambiador) van surgiendo a lo largo de la historia para solucionar los problemas de acceso ágil a los bienes imprescindibles (en una comunidad o grupo social). Si al problema de la escasez de bienes y servicios imprescindibles le unimos que la demanda de estos se mantiene, bien porque la gente obviamente sigue queriendo comer, calentar su casa o llenar el depósito de su coche; o bien porque el dinero en circulación es el mismo o se incrementa, los precios acaban aumentando y el valor del intercambiador (el dinero) disminuye. Entonces ya tenemos un problemón, sobre todo para la capacidad adquisitiva de las personas de clases medias bajas y pobres.

Ingresos y gastos

  • La batalla con un presupuesto familiar ajustado es una de las  cuestiones que observas y aprendes desde muy joven si eres hijo de una «economista de los apartados». Cuando escuchas -como en mi caso a mi madre-: «Aquí voy dejando un apartado (dinerito) porque dentro de poco viene el gasto X (bien imprescindible)», empiezas a entender la realidad de la economía. Mi respeto y admiración a los padres y madres de familia que hacen cada día equilibrios y milagros con presupuestos escasos. En ocasiones pienso que los que deciden sobe las cuentas de las administraciones públicas, deberían «estudiar» con atención los quebraderos de cabeza del día a día de los/las «economistas de los apartados». Podrían aprender de ellos su determinación para establecer prioridades en los gastos y su coraje para ajustar estos con los ingresos.

Si quieres consultar más artículos del autor, entra en su blog: vicentedelrio.com

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