César del Río
Hasta en siete ocasiones, creo recordar, el PP que estaba en la oposición solicitó en las Cortes de Castilla-La Mancha una comisión de investigación para intentar aclarar (otra cosa es que los políticos primero se aclaren ellos y luego se lo hagan saber a los demás) qué había sucedido con el dispendio, a la vista de los miles de millones de euros que tuvimos que poner entre todos los españoles, de la ya extinta Caja Castilla La Mancha. Y en siete ocasiones quienes hicieron oídos sordos, quienes se quedaron ciegos con tanto esplendor inmobiliario y quienes quisieron tapar las vergüenzas de una gestión económico-política (o sea, el PSOE) se la negaron.
Bien, pues han transcurrido casi tres años desde que el resto de los mortales fuera de estas cinco provincias provincianas empezaran a descubrir que en esta comunidad autónoma las cosas no iban mal, sino escandalosamente peor, y quienes están expectantes por saber qué responsabilidades políticas hay detrás van a tener que esperar hasta no sé cuándo.
Porque ahora el PP tiene cosas más prioritarias que atender. Cierto es. Pero ésta es una de ellas. Aunque sea por justicia democrática. Es también el momento de mirar al pasado y destapar, porque de vez en cuando no viene mal que los ciudadanos, los mismos que prácticamente detestan a los políticos, puedan comer una ración de transparencia y credulidad de aquellos que hacen y deshacen prácticamente a su antojo. Y lo de CCM nos convirtió en letras negras sobre papel blanco en toda España.
Una ración de transparencia a tiempo…
PAGE Y LOS FRENTES QUE TIENE ENFRENTE
«Tizón tiene más altura política que algunos ministros del último Gobierno» (de ZP, claro). Lo dijo, con esas mismas palabras, el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, durante su último encuentro del año con los periodistas. A escasas horas de que Mariano Rajoy diera su lista de ministros. Y sorprendió, aunque… No le sirvió de nada a Arturo García-Tizón. Al menos de momento. Un Page que tiene varios frentes abiertos que han de resolverse en un corto espacio de tiempo y que dijo primero que la aproximación con la Junta de Comunidades va por buen camino pero que apenas un minuto después recalcó que si hubiera bloqueo en general pero del suelo industrial en particular «mi oposición sería frontal. No me arrugaría».
Quiere tener la cara lisa.
El «victimitas», como le llamó su oposición en el ayuntamiento, Claudia Alonso. Aunque ella es ahora un problema lejano.
Como tampoco está dispuesto a arrugarse frente a los emisarios que le lanza Barreda de cara (o a la cara, como ustedes quieran) a ver quién ocupa la Secretaría General del PSOE en la región. Febrero, que ya casi está aquí, va a ser la patata caliente del socialismo castellano-manchego. O refundar o fundir. O lavar o dejar en el fango para que se pudra.
O «matar» o «morir» (interprétenlo como deben).