Me aburre el tema catalán si no fuera porque todavía falta por conocer cuál será el desenlace final, aunque desde el descanso del partido a esta parte ya hemos visto cómo algunos empiezan a recoger las velas y poco menos que se van a dar con un canto en los dientes si al final se celebran unas elecciones autonómicas en Cataluña que pongan un poco de cordura al desaguisado de los indepes de Puigdemont y acólitos que quisieron saltar el océano pero se dieron cuenta, ya muy tarde, que apenas sabían nadar.
Porque saltarse la ley porque le da la gana a uno está penado. Y que den gracias a que solo hay dos en la cárcel, porque sedición ha habido para dar y tomar. Ay si fuéramos tú o yo quienes hubiéramos osado… Pero bueno, esa es otra historia.
Cansinos son…
Primero fueron las empresas, catalanas o no, que se fueron corriendo como gatos escaldados. Eso fue la primera estocada. Más tarde los catalanes que quieren seguir siendo catalanes y se honran de decir que también son españoles, que salieron en masa a la calle y metieron detrás de las cortinas a rayas a otros muchos que no sabían de dónde había salido esa marea silenciosa y callada, al menos en la parte pública, durante casi toda sus vidas. Y después el 155.
Cataluña, donde la locura amaina
Esos tres números que quitan el sueño a más de uno y que de momento es una pequeña amenaza que podría ser una realidad si los indepes a los que les gusta saltarse la ley siguen pensando que jauja es de verdad y justicia es una quimera.
Josep Borrell aparte, vaya redescubrimiento de un hombre que dice las verdades tan claritas que es una de las estrellas del momento, a Puigdemont solo le quedan dos alternativas: o quedar como Cagancho en Almagro, pero en este caso en Cataluña, de traidor a la «patria»; o tirar palante con una independencia que acabaría con su carrera personal y política.
Parece que la locura amaina, pero aún queda trecho por recorrer.
Con lo fácil que hubiera sido preguntar a todos los españoles sin querían la independencia de Cataluña, a estas horas ya serían…
Responda usted mismo.
@CesardelRioPolo
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