César del Río
Todo por lo comunista, que parece que está de moda, que no demodé. Porque si Emiliano García-Page ha iniciado una «deriva comunistoide», siempre según palabras de la «popular» Carmen Riolobos; la presidenta «popular» de Castilla-La Mancha lleva ya varios días estrechando lazos de amistad, aunque sobre todo suspira por echar el lazo económico, en la República (Popular también, pero de otro tipo) China invitada, y esto sí que es bueno, por el PeCé «comunistoide».
Casualidades, sin más. Porque ni lo uno ni lo otro, oiga.
Comunistoides al margen, lo que todo el mundo espera, al menos en la escena puramente política, es el encuentro que han de mantener María Dolores de Cospedal y Page en próxima fecha. Que esperamos (bueno, la verdad es que me quiero mentir a mí mismo) no sea de cara única y exclusivamente a la galería. Falta hace al menos un poco de entendimiento (que si es más se van a saturar), que baje el nivel de los graves descalificativos mutuos al que nos tienen acostumbrados sus partidarios un día sí y otro también, incluidas fiestas de guardar, y que más allá de la foto protagonicen, no ya la escena del sofá, sino del acuerdo. En plural.
Pero mucho me temo que no. Igual que ustedes. Que en cuanto una cierre la puerta de su despacho y el otro salga por la del Palacio de Fuensalida…
En enero les contaba lo siguiente: «Cospedal y Page. Dos eran dos. Y ambos de la tierra. Abocados a enfrentarse. La política les persigue pero el poder les separa. Siempre ha sido así. Entre Madrid y Toledo, depende. Año de cábalas pero ni ellos saben la respuesta. El corazón hay veces que se divide en dos y la cabeza no sabe a qué atenerse. Sí, pero no. Una manda, el otro quiere. Sólo hay espacio para uno y no se lo pueden repartir. Las broncas están servidas. Y continuarán, no lo duden. Las segundas y las terceras líneas siempre están dispuestas a ello. Va en el sueldo».
Ley de vida política, no hay otra. Regresemos…
Los socialistas, ya lo anunció su número dos regional, Jesús Fernández Vaquero, le van a pedir a la presidenta, entre otras cosas, que elija entre ser secretaria general del PP o presidenta de Castilla-La Mancha. Así, a bote pronto. De hecho, exigirán por los cauces pertinentes una ley que imposibilite que el cargo de presidente regional sea compatible con cualquier otro.
Ese puesto de secretaria general que le ayudó a ganar las elecciones de mayo de 2011 junto con el inestimable apoyo de su entonces oponente, que es el mismo puesto de secretaria general que le está dando disgustos muy serios. Lo bueno, si breve, dos veces bueno; y aún lo malo, si poco, no tan malo, decía Baltasar Gracián.
Y los «populares» pedirán a los socialistas que apoyen y no critiquen porque la situación de quiebra que se encontraron en el PP no fue por casualidad, que de esta no se sale con la política del hacer y dar pero no pagar y que…
Pues eso, que la vida seguirá igual después de la reunión. Que nada va a cambiar, oiga. ¿O es que piensan que la crisis no ha afectado a los políticos?
@CesardelRioPolo
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