Hubo un tiempo en el que si alguien se atrevía a tocar un pelo a Cospedal (metafóricamente hablando, claro), una legión de cargos y dirigentes del PP de Castilla-La Mancha y en cada una de sus provincias salía en tromba a defender a su líder y atacar al osado que se atreviera a perturbar su imagen o acciones.
Lo hacían con una ferocidad sin límite y la mayor parte de las veces de manera desmedida y desproporcionada con respecto al «ataque» recibido, lo que solía generar más antipatías que complicidades, pero en el PP no se andaban con chiquitas cuando se mentaba a Cospedal y no era para bien.
¿Qué ha sido de la devoción a Cospedal?
Realmente ha sido así hasta hace poco. Incluso con la expresidenta y exminitra de Defensa ocupada en tareas nada castellano-manchegas, la devoción de los «populares» de CLM hacia «la jefa», como siempre la llamaron, parecía no tenía límite ni fin.
Hasta hace muy poco tiempo esa legión salía a proclamar que Cospedal era la líder indiscutible del PP de Castilla-La Mancha y que esta región era su máxima preocupación. La mejor ministra de Defensa que ha habido nunca, la mejor presidenta de Castilla-La Mancha, la mejor secretaria general del PP de la historia… Todos los adjetivos se quedan pequeños para referirse a Cospedal en el PP regional. Del primero al último. Incluso sin venir a cuento.
¿Qué ha sido de esa devoción? ¿Qué pensará ella de lo que está pasando? ¿De haber sido la general secretaria del PP y la presidenta omnipotente de Castilla-La Mancha al silencio oficial sobre su figura?
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Aunque el PP de Castilla-La Mancha llevaba tiempo en manos de Vicente Tirado, él seguía invocando a Cospedal para obtener el «Sí» donde la mayoría pensaba que había que decir «No». «No hace falta que te diga quien me lo ha dicho…», cuentan en el PP que decía Tirado para vencer cualquier resistencia interna.
Así lloró el PP la despedida de Cospedal el 7S
Miren en este video cómo lloraban y aplaudían cuando Cospedal anunció el 7 de septiembre ante la Junta Directiva que dejaba de ser la presidenta del PP de CLM y cerraba el ciclo de su liderazgo, iniciado hace 12 años:
Pues bien, justo cuando más los necesitaba, se hace el silencio. Tras la difusión de las grabaciones del excomisairo Villarejo a María Dolores de Cospedal y a su marido, Ignacio López del Hierro, mutismo.
El adiós de Cospedal no ha tenido en el PP de CLM ni siquiera un digno entierro, político claro. La mujer a la que todos deben donde están, incluido su sucesor, Paco Núñez, no tiene quien la escriba entre su troupe más devota. Ni quien la escriba ni quien la defienda.
Ni siquiera se han atrevido a fijar la fecha de la Junta Directiva que tiene que ratificar a Cospedal presidenta de honor del PP de CLM. Lo propuso Paco Nuñez entre sus primeros nombramientos.
«Contigo empezó todo», dijo el nuevo presidente del PP de Castilla-La Mancha, ante ella y el presidente nacional, Pablo Casado, en el Congreso que lo ratificó jefe tras unas «pseudoprimarias» que ganó, entre otras razones, porque Cospedal dijo que era su favorito para el puesto y puso a su antigua maquinaria interna a trabajara para él.
Increíble, ¿no? ¿Qué pensará Cospedal…?