Fallamos en todas las apuestas, que pronosticaban una reunión corta, de en torno a una hora y con final infeliz. Los prolegómenos así lo anunciaban, porque tanto los temas a tratar como las declaraciones hechas en los días previos habían sido de un desencuentro abosluto entre los dos partidos y entre ambos dirigentes…
Pero… Cospedal quería cambiar el guión. Y Page entró en el juego de escenificar una convivencia política mejor, en la que los discursos, aunque sean críticos, hablen del paro y de las medidas necesarias para aliviar la sangre que hace la crisis en los ciudadanos. Esa foto y ese mensaje les conviene como gobernantes y como dirigentes políticos.
Así que, después de tres horas, el encuentro más largo jamás celebrado entre un(a) responsable del Gobierno de Castilla-La Mancha y su jefe de la oposición, María Dolores de Cospeal y Emiliano García-Page anunciaron paz y diálogo sobre todas las cosas importantes: paro, presupuestos, agua, financiación autonómica y Estatuto de Autonomía con vistas a la reducción del parlamento regional a la mitad. A la mitad de parlamentarios, claro.
Suena bien, incluso muy bien. Pero me temo que hay más música que letra. Me explico: voluntad de diálogo, toda; acuerdos concretos, ninguno. Pero no es un mal comienzo.
No quiero ser aguafiestas. De hecho es bueno, positivo y merece ser así destacado que se comprometan a hablar, aunque cueste llegar a acuerdos. Pero tampoco sería sensato lanzar las campanas al vuelo y pensar que Castilla-La Mancha va a ser un oasis político.
Lo cierto es que basta con rascar un poco a través de sencillas preguntas periodísticas para comprobar que se avecina una convivencia mejor y quizás algún acuerdo, pero no intuyo unos Presupuestos Generales de Castilla-La Mancha votados por unanimidad de PP y PSOE. Ni veo venir un acuerdo marco de medidas concretas contra el paro. El agua seguirá separándoles. Y las espadas se mantienen en alto si se toca la reforma del Estatuto de Autonomía que pretende Cospedal para reducir más o menos a la mitad el número de parlamentarios regionales.
Sí creo posible que Cospedal se pueda presentar en Madrid con una sola voz a defender los intereses de Castilla-La Mancha en materia de financiación autonómica, otro frente que está a punto de abrirse y que traerá nuevos conflictos entre el Gobierno de España y las comunidades autonómas.
Castilla-La Mancha es una de las regiones donde es más difícil y caro prestar servicios públicos. Por su atraso histórico, por su extensión y por la dispersión de su población. Así que necesitamos como el comer de la solidaridad estatal que recoge la Constitución, como muy bien nos ha recordado Monago. Y si eres la presidenta de la Comunidad y además la secretaria general de tu partido no es lo mismo sentarte a la mesa con el PSOE mordiendo en la misma dirección dentro de su casa y cerrando filas de cara a la opinión pública, que abriéndote la puerta de atrás mientras negocias el dinero disponible para los próximos años en una región sometida al raquitismo en ingresos propios.
En fin, los intérpretes afinaron para que sonara bien el concierto que nos tenían preparado ayer. Y que, de momento, tiene más música que letra.
Ojalá me equivoque.
Continuará…