Cuando se acaba de conocer el dato de que en España hay casi seis millones de parados, ¿cómo se le ocurre a la ministra de Empleo, Fátima Báñez, decir que estamos «saliendo de la crisis»? ¿Qué le ha ocurrido para que haya afirmado algo que no se cree ni su propio Gobierno?
A muchos políticos se les calienta la boca con demasiada facilidad y, por eso, de cuando en cuando nos sorprenden con perlas verbales como la que ha soltado Fátima Báñez.
Veamos: 5.778.100 desempleados -una de cada cuatro personas en edad de trabajar que no puede hacerlo-; más de 1.700.000 familias con todos sus miembros en paro; el consumo, por los suelos; la economía, en caída libre desde hace más de un año; los analistas y expertos más prestigiosos, convencidos que en 2013 todavía se incrementará el número de parados…
UNA DECLARACIÓN IRRESPONSABLE
Con este panorama, que la ministra haya dicho que ya se están viendo «señales esperanzadoras», sobre todo porque ha aumentado el número de personas que han optado por el autoempleo, es como mínimo una irresponsabilidad.
¿Acaso no sabe, ni se lo han dicho sus asesores, que una persona en paro llega a tal desesperación que intenta cualquier tipo de autoempleo cuando está harta de llamar a todas las puertas sin encontrar un puesto de trabajo? ¿Tampoco sabe cuántos de esos «autoempleados» fracasan en su intento?
Tanto han sorprendido sus declaraciones que incluso desde su propio partido han sido contestadas: el presidente en funciones de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, ha utilizado la sensatez que se le debe exigir a cualquier político para decir que, con una cuarta parte de la población activa en paro, no sólo no se está viendo la luz al final del túnel sino que, bien al contrario, España tiene «una profunda crisis económica». Y 2013 «seguirá siendo un año muy duro», ha añadido.
LA SORPRENDENTE CRÍTICA DEL PSOE
Pero si sorprendentes han sido las palabras de la ministra, no menos sorprendentes han resultado las críticas que ha recibido desde el PSOE. La portavoz de los socialistas en el Congreso, Soraya Rodríguez, ha pedido al PP «una rectificación en toda regla» de las afirmaciones de la ministra, porque «están fuera de la realidad».
Tiene razón la diputada socialista cuando dice que esas afirmaciones de la ministra no son reales, pero ha olvidado que, en mayo de 2009, la entonces vicepresidenta primera del Gobierno de Zapatero y ministra de Economía, Elena Salgado, dijo que ya se empezaban a ver los primeros «brotes verdes» en la crisis económica española, lo que provocó duras críticas del PP y de otros partidos.
Han pasado más de tres años y, por lo que se está viviendo, aquellos «brotes verdes» sólo existían en la imaginación de Elena Salgado, como el supuesto inicio de una salida de la crisis ahora sólo existe en la imaginación de Fátima Báñez.
Al portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, le ha ocurrido algo parecido. Mientras en Madrid suele hablar con sensatez y pasa por ser un político con mucho sentido común, en su tierra -probablemente arrastrado por el espíritu soberanista-electoralista de su jefe político y presidente de la Generalitat, Artur Mas– ha dicho que hay que «rescatar a Cataluña de España» y conseguir «un Estado [catalán] propio», para poder responder a las necesidades de la ciudadanía catalana.
«Nuestro referente es Europa, no es España», ha afirmado, mientras sigue presidiendo la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados y viajando a países extranjeros como «representante» del Parlamento español.
Muchos políticos deberían pensar dos veces sus palabras antes de pronunciarlas, para evitar algunas meteduras de pata, aunque los periodistas tuviéramos que esperar más tiempo para recibir una respuesta de ellos.
Un ejemplo frecuente de precipitación: cada vez que se conoce el fallo de una sentencia judicial importante y se pregunta a un político, en el minuto siguiente, siempre tiene una respuesta; aunque la sentencia conste de 80 o 100 folios que, naturalmente, ni tiene en su poder ni ha leído ni nadie le ha contado los fundamentos jurídicos que contiene. Habrá quien diga que en este mismo fallo caemos también muchos periodistas, cuando nos permitimos pontificar sobre lo divino y lo humano. Pues sí… lamentablemente.
Y EN CASTILLA-LA MANCHA…
Los socialistas siempre han criticado que María Dolores de Cospedal sea al mismo tiempo presidenta de Castilla-La Mancha y secretaria general del PP, porque este segundo cargo le quita mucho tiempo para gobernar la comunidad.
Los «populares» siempre han defendido que eso no es un obstáculo, pero ahora ha sido Leandro Esteban, consejero de Presidencia y portavoz del Gobierno regional, quien ha dicho que el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, está más interesado en los problemas del PSOE que en los de la capital cuyo Ayuntamiento preside.
No es lo mismo viajar de vez en cuando a Madrid, para asistir a alguna reunión del partido, que tener que hacerlo todas las semanas y también por toda España por ser la «número dos» del partido que gobierna.