Agustín Yanel
Hay que tener una mente muy retorcida, mucha frivolidad o mucha malicia -o esas tres características a la vez- para utilizar a los 22.524 muertos y 219.764 infectados que ha provocado el coronavirus -hasta el 24 de abril- como arma política arrojadiza. No deberían caer tan bajo quienes defienden una Cataluña independiente del Estado español, algo que tienen derecho a hacer por las vías legales. Pero a ese nivel de mezquindad han llegado nada menos que la portavoz del Gobierno autonómico catalán, Meritxell Budó, y la portavoz de Junts per Catalunya en el Congreso de los Diputados, Laura Borrás.
La señora Budó, consejera de Presidencia y portavoz de la Generalitat catalana, ha dicho que si Cataluña fuera un Estado independiente habrían decretado el confinamiento de la ciudadanía 15 días antes de cuando lo acordó el Consejo de Ministros, como pidió en president Quim Torra, y así «probablemente no tendríamos ni tantos muertos ni tantos infectados, y probablemente se habría podido controlar mejor esta pandemia».
Hablar a toro pasado
Probablemente sí, o probablemente no. No se puede saber con certeza si eso hubiera ocurrido como ella dice, pero a toro pasado es muy fácil decir cómo se debería haber actuado. No ha hablado Meritxell Budó del viaje que el 29 de febrero, 14 días antes de la declaración del estado de alarma, hicieron Quim Torra, su Gobierno y decenas de miles de catalanes en 600 autocares a la localidad francesa de Perpignan para asistir a un acto multitudinario con el expresident Carles Puigdemont y los exconsejeros Toni Comin y Clara Ponsatí, los tres huidos de la Justicia española. Desde la localidad barcelonesa de Igualada y su comarca partieron una docena de autocares, según publicó en su día El Confidencial.
Tras regresar, gran parte de los ocupantes de esa docena de autocares presentaron síntomas del coronavirus y, días después, la Generalitat acordó el aislamiento de esa y otras cuatro ciudades de la zona. Si, como afirma Meritxell Budó, un Gobierno catalán independiente habría actuado dos semanas antes que el de Pedro Sánchez, ¿por qué alentó y acudió a esa masiva concentración en fechas en las que ya circulaba el virus por distintos países europeos y cuando una Cataluña independiente ha habría decretado el estado de alarma, según dice ella ahora? Y eso no lo hizo el Gobierno central sino el autonómico.
El 9 de marzo, cuando el virus ya se iba extendiendo, y en Madrid y otras ciudades habían decidido cerrar guarderías, escuelas, universidades y otros centros públicos, el secretario de Salud Pública de la Generalitat, Joan Guix, afirmó que en Cataluña no tenían que hacer nada de eso porque tenían controlada la situación. «Me preocupa más la gripe que el coronavirus», dijo, en una fecha en la que, según la portavoz de la Generalitat, si Cataluña fuera independiente ya habrían decretado el estado de alarma.
El miércoles 22 de abril, en el pleno del Congreso de los Diputados, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en su respuesta a la diputada Laura Borrás, de Junts per Cat, rechazó las afirmaciones de Meritxell Budó: «Lo que yo no puedo aceptar es escuchar a algún miembro del Gobierno de la Generalitat de Catalunya decir que con una Cataluña independiente habría menos muertes en Cataluña. Eso es absolutamente inaceptable, y me gustaría, señoría, que al menos usted, desde esta tribuna, nos dijera que fue un error esa declaración y que usted tampoco la comparte».
La portavoz del partido de Quim Torra en el Congreso, como era de esperar, no solo no dijo que esas palabras de la consejera catalana sean un error sino que las hizo suyas. «Y usted me pide que suba aquí y que, de algún modo, desmienta las afirmaciones que hizo la portavoz del Gobierno catalán, cuando yo las suscribo; y las suscribo porque tenemos motivos fundamentados para creer que teniendo un Estado independiente la respuesta hubiera sido más ágil y las acciones más eficaces», respondió ella al presidente del Gobierno.
En ese mismo sentido se ha pronunciado el empresario Joan Canadell, presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona. En su cuenta en Twitter ha escrito esto: «Cataluña independiente hubiera salvado vidas… España es paro y muerte, Cataluña vida y futuro».
Ada Colau critica que utilicen a los muertos
Los políticos, como la ciudadanía, tienen todo el derecho a criticar lo que Pedro Sánchez y su Gobierno hayan hecho o estén haciendo mal, a opinar que decretaron tarde el estado de alarma y, cuando llegue el momento, a exigirles responsabilidades. A lo que nadie tiene derecho, porque es inmoral, es a utilizar a las víctimas por intereses políticos o personales, según los casos. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, lo ha dicho con toda claridad: «Me parece vergonzoso, no sólo una falsedad, decir cosas de ese tipo en plena crisis. Escuchar a responsables políticos que utilizan los muertos para intentar hacer crítica política, a mí eso me parece de una miseria moral inaceptable».
Algunos políticos independentistas catalanes decidieron hace tiempo presentarse como víctimas del Estado español y lo hacen en todo momento. Primero fue con el conocido «España nos roba», cuando luego se vio que quien en realidad atesoraba dinero de la ciudadanía catalana en cuentas bancarias en el extranjero era su president Jordi Pujol y su familia. Ahora, por lo que se ve, han empezado con el «España nos mata». Pero, ¿qué habría hecho la Generalitat en esta crisis sin la ayuda del Ejército y del Gobierno de España? Algunos deberían pensarlo antes de decir tantos disparates y falsedades.