Esta vez sí. Vamos, que Interviú ha «pecado» y le ha puesto su portada en bandeja a Olvido Hormigos e incluso le ha dado unos miles de euros que no vienen nada mal. Aunque dicen que es un posado pagado a precio de crisis. Del video erótico que pasó de «guasá en guasá» y que ahora mismo está en los tribunales de justicia porque le vio casi toda España, a su pesar, a la zambullida en el agua primero y a posar despelotá después.
Así es imposible el olvido, Olvido.
Del agosto más caliente que recuerdan los yebeneros, el de 2012, cuando la entonces concejala socialista protagonizaba el culebrón veraniego, al abril más tórrido que van a conocer. Seguro. «Con mi cuerpo hago lo que quiero», dice en la portada. De la política al espectáculo lúdico-festivo no hay ni siquiera un suspiro. Por si alguien lo dudaba.
Ya está toda España hablando otra vez de ella. Es curioso, cuando no fue Olvido quien decidió aparecer desnuda pero se encontró masturbándose a través de ese video privado y casero hubo mucha, muchísima gente que le apoyó. De hecho, iba a dimitir pero al final mantuvo su puesto en el ayuntamiento de Los Yébenes (pueblo que ya no va a caer en el olvido, desde luego). Ahora, cuando es ella quien decide desnudarse para todo el país y parte del extranjero, recuerden que ya no es concejala porque el PSOE le obligó a dimitir justo antes de tirarse a la piscina, los apoyos se convertirán en lanzas y las críticas ya se difunden, variopintas ellas, por las redes sociales. Los hay que no van a olvidar, desde luego.
Un desnudo parcial. Físico, claro. Porque el moral ya fue integral hace casi un año. «Con mi cuerpo hago lo que quiero». Pues eso. Al final le ha sacado partido económico y esto dividirá a la afición. Parné por medio no hay amores que valgan.
Habrá que ver qué piensan ahora popes de la política como Elena Valenciano o Esperanza Aguirre, quienes con toda la razón entonces apoyaron a Olvido sin dudar por el desnudo que no quiso. Porque de un desnudo a otro hay una gran diferencia. Decía el maestro Umbral de Madonna que «el triunfo es su fracaso. Que aproveche ahora, veranos como éste, para hacer unos kilos y retirarse».
Olvido es nuestra Madonna.
No sé qué será lo próximo, pero mucho me temo que a partir de este desnudo angelical sí va a caer en el olvido.
El chicle se estiró tanto que llegó a su fin.
De hecho, ya se me olvidó.
@CesardelRioPolo
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