A Donald Trump se le calienta la boca a diario. Se parece a esas personas que hablan de todo aunque no sepan lo que dicen, ofrecen datos falsos como si fueran ciertos, mienten con toda tranquilidad, repiten sus propias mentiras y terminan creyéndoselas. Todos conocemos a alguien que se comporta de esa manera, pero es un vecino, una compañera de trabajo o el camarero del bar de la esquina; lo grave y preocupante es que Trump es el presidente del país más poderoso del mundo, Estados Unidos, y miente con todo descaro.
Durante la prolongada campaña electoral que le ha llevado a la Presidencia, Trump decía y repetía que su rival Hillary Clinton era «una mentirosa de primera». Pero se demostró que él mentía mucho más: PolitiFact, una organización que se dedica a comprobar si es verdad o falso lo que dicen los políticos -y que ha sido galardonada con el prestigioso premio Pulitzer por esa labor-, concluyó que el 60 por 100 de las afirmaciones de Donald Trump que habían investigado desde el inicio de la campaña eran falsas frente al 12 por 100 de las de Hillary Clinton.
Habrá quien diga que los políticos suelen realizar afirmaciones falsas durante la campaña electoral. Pero Trump ha continuado mintiendo a diario en las siete semanas que lleva de presidente de su país, como si eso fuera lo más normal del mundo. En tan solo un mes de mandato se ha convertido en el campeón de las mentiras.
ATAQUES A LA PRENSA QUE NO ES DÓCIL
Los ataques de Trump a la prensa que no es de su agrado, porque no es dócil con él, han sido tantos y tan injustificados -no son críticas, siempre legítimas y necesarias, sino mentiras que dice en su propio beneficio- que algunos medios tan prestigiosos como el periódico The Washington Post han creado un equipo de periodistas que se dedican a comprobar si lo que dice cada día Trump es cierto o no. Por los resultados de ese trabajo se puede decir que el presidente de Estados Unidos es un mentiroso compulsivo.
Según ese periódico, en sus 34 primeros días de mandato Donald Trump ha realizado 133 afirmaciones falsas o engañosas. Ha mentido en sus declaraciones a la prensa, en sus discursos en público y, sobre todo, en los mensajes que difunde a través de Twitter.
Trump ha afirmado que la tasa de criminalidad es la más alta de los 45 últimos años, un dato que es falso porque ocurre exactamente lo contrario, es más baja. Que se producen atentados yihadistas en toda Europa pero la prensa no informa de ellos; falso, sólo los ha habido en algunos países. Que los casos de autismo han aumentado mucho en EEUU; falso, no hay ningún dato que sustente esa afirmación. Ha mentido también al hablar de los inmigrantes sin documentación, los islamistas, sus relaciones comerciales con Rusia y otros muchos asuntos.
MIENTE SOBRE LOS RESULTADOS ELECTORALES
Una de sus últimas y sorprendentes mentiras la dijo durante una reciente rueda de prensa, cuando afirmó que en las pasadas elecciones él logró 306 votos electorales -en votos populares le ganó Hillary Clinton por medio millón más, pero por el peculiar sistema electoral de EEUU el presidente es él-, el mayor número desde la victoria de Ronald Reagan. Un periodista presente en la sala le dijo que ese dato no era correcto, porque George Bush padre, Bill Clinton y Barack Obama habían superado esa cifra en cinco convocatorias electorales, y Trump respondió así: «Bueno, no se, me han dado esa información». Y se quedó tan ancho.
Otras veces hace afirmaciones porque ha leído algo en cualquier página web o se lo han comentado, sin comprobar mínimamente que es cierto. Por ejemplo, una vez dijo que el día anterior se había cometido un atentado terrorista en Suecia pero era falso, y él explicó que alguien se lo había dicho.
Un grupo de 35 psiquiatras, psicólogos y trabajadores sociales de Estados Unidos han firmado una carta en la que alertan de la «grave inestabilidad emocional» de Trump, dicen que no es capaz de tolerar opiniones diferentes a la suya y que con sus declaraciones está demostrando que es «incapaz de servir con seguridad como presidente».
Algunos políticos españoles también mienten, no dicen toda la verdad o la ocultan, sobre todo durante las campañas electorales. Programas de televisión como Maldita Hemeroteca, que dirige la periodista Ana Pastor en La Sexta, se han hecho famosos por demostrar que algunas afirmaciones de nuestros políticos son falsas.
NOTICIAS FALSAS POR INTERNET
También circulan por la internet muchos bulos y afirmaciones falsas, que se distribuyen por WhatsApp en mensajes a los amigos y conocidos sin comprobar su veracidad. Son afirmaciones que la gente quiere escuchar cuando lo está pasando mal por la crisis, y no duda en creerlas a pie juntillas y divulgarlas. Es una práctica peligrosa, pero difícil de evitar.
Lo que sí debería impedirse, con leyes y con la exigencia de la ciudadanía, es que un político que mienta al electorado por interés personal o partidista pueda ocupar un puesto público como si fueran la persona más honrada del mundo. Donald Trump se ha desvelado como el ejemplo más extremista de esa conducta, pero no es el único.