Se ha animado el cotarro político en Toledo. El inesperado anuncio de retirada, me da la sensación de que también imprevisto para él, de Rafael Perezagua, la mano derecha de Emiliano García-Page en el Ayuntamiento de Toledo, ha provocado todo tipo de reacciones y análisis.
Para algunos normal y sin más aristas, para otros inoportuno, para los más, irrelevante… Lo cierto es que en la pequeña corte que es Toledo han surgido muchas preguntas. ¿Por qué? ¿Por qué ahora? ¿Está cansado? ¿Lo tenía hablado con Page? ¿Es para apuntalar la opción de Gabriel González como candidato socialista a la Alcaldía de Toledo? ¿Busca hueco en las listas regionales? ¿Hay problemas entre Page y él?
Tengo para mí que el anuncio se debió más a la presencia de un periodista avezado en «el canutazo» donde se pronunció la frase que a la premeditación. De hecho, sus palabras sobre que se iba a marchar habiendo resuelto el gordo problema de tráfico de la ciudad que se encontró siete años atrás, sonaba a algo dicho a modo de balance por la proximidad del fin de legislatura. Pero el periodista Juan Carlos Santos, de Onda Cero, la cazó al vuelo e insistió: «¿Usted se va? ¿Dónde? ¿Va a dejar la política? Él resopló, seguramente se dio cuenta de que se había metido en un jardín, pero decidió seguir adelante y confirmar su adiós.
«Llevo en política desde que tengo 18 años, desde que estaba en las Juventudes Obreras Católicas y la política forma parte de mí y de mi vida»… Hay que «ceder el paso a gente joven y a quienes tienen ya incluso cierta experiencia para gobernar esta ciudad».
En cualquier caso mi impresión no es que Perezagua se quiera volver a su puesto de funcionario, lo que por otra parte tampoco creo que le traumatizara para siempre, como ha pasado con otros compañeros suyos al perder el poder. Más bien pienso que sus miras están puestas en la política regional. Cerca de Page. E intuyo también que el líder socialista lo incluirá entre sus hombres de la próxima etapa. No le será fácil, porque tiene importantes detractores en el partido, pero creo que el líder socialista confía en él, en su capacidad de trabajo y en sus anchas espaldas.
Sea como fuere, la lista regional es menos complicada, pese a la escasez de puestos que habrá por el tajo al número de diputados, que las de las capitales.
El PSOE gobierna en dos de las cinco. Pero en Toledo, con la marcha de Emiliano García-Page se abre un hueco importante. Perezagua se ha quitado del medio en las quinielas, en las que nunca ha estado realmente. Pero sigue la incógnita y no hay un nombre al gusto de todos. ¿Gabriel González? ¿Milagros Tolón? ¿Alguna repesca? Se descartan independientes, a tenor del difícil encaje en los partidos de los «mirlos blancos» que tan buenos resultados electorales dan y tantos dolores de cabeza traen después. Lo partidos no están hechos para espíritus libres. Ni para destacar del discurso autoimpuesto por el jefe de filas.
En el PP el nombre más fuerte para Toledo es el de Jesús Labrador. El delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha es la mejor opción, en eso hay práctica unanimidad en las filas «populares», y si pudiendo poner al mejor eligen una figura a modo de premio de consolación quizás los electores les manden al mismo sitio que en 2011, castigados a la oposición. El PP tiene un oportunidad de oro para recuperar la Alcaldía, pero si falla con el nombre… Además, tendrán que trabajar bien la larga precampaña.
Los candidatos del PP están claros donde gobiernan. Carmen Bayod y Rosa Romero repetirán en Albacete y Ciudad Real. Y, aunque aún no la ha confirmado, Antonio Román se presume que hará lo mismo en Guadalajara. Es la plaza más firme para el PP y las más complicada para el PSOE, partido en el que lo más que se saca cuando se pregunta por su cartel en 2015 es un escueto «Magdalena Valerio no será».
En Cuenca, la otra capital «socialista», el partido piensa que Juan Ávila, uno de los cuatro alcaldes de capital que le quedaron al PSOE en 2011 en toda España, repetirá. Pero él no ha dicho aún esta boca es mía. Sus relaciones con el aparato socialista provincial no son las más deseables. Y es que, hasta ahora, en Cuenca, los votos los ha puesto Ávila, pero el poder se lo han quedado otros. ¿Afectará eso a las listas? ¿Cómo afectará?
En Ciudad Real tampoco está clara aún la opción socialista, aunque se va cerrando el círculo. Y en Albacete, el favorito de la dirección regional es el diputado nacional Manuel González, un hombre moderado que genera cierto consenso. Pero la agrupación socialista de la capital es un avispero desde hace tiempo y será una de las plazas donde quizás más haya que trabajar en las primarias, además de Guadalajara.
Sea con quienes sea, lo que está claro es que las elecciones municipales de 2015 serán más reñidas que las de 2011.