Agustín Yanel
Tal y como está el clima político en España, a nadie sorprenderá que algunos dirigentes de partidos utilicen con frecuencia el conocido refrán de donde dije digo, digo Diego. Uno de los últimos casos lo ha protagonizado Alberto Núñez Feijóo: de llamar «golpista» al huido de la Justicia Carles Puigdemont ha pasado a mostrarse dispuesto a hablar con él para que los siete diputados de Junts apoyaran una moción de censura para desalojar a Pedro Sánchez de la Moncloa. Solo tiene esos votos podría presentarla para que prosperara. Vivir para ver.
Núñez Feijóo siempre ha criticado que el Gobierno hable y negocie con Junts per Catalunya, el partido independentista que preside Puigdemont. Y hace un año, cuando en el Congreso tramitaban la ley de amnistía, el PP presentó una enmienda a la totalidad de esa norma en la que proponía, entre otras cosas, disolver los partidos que promuevan declaraciones de independencia o convoquen un referéndum ilegal, y castigar penalmente a las autoridades que promuevan la inobservancia de las leyes o el incumplimiento de las resoluciones judiciales para perjudicar la unidad de España.
PP: disolver partidos que promuevan declaraciones de independencia
Esa enmienda iba claramente dirigida a Puigdemont y su partido, porque era eso precisamente lo que habían hecho: desobedecer las sentencias del Tribunal Constitucional, convocar un referéndum sin tener competencias para poder hacerlo y aprobar en el Parlamento autonómico una declaración de independencia.
Este último lunes, 13 de enero, el presidente del PP declaró en Onda Cero que «no se negocia con quien tiene causas pendientes con la Justicia». Pero 24 horas después, el martes, se mostró dispuesto a hablar con cualquier político que quiera apoyar una moción de censura para echar a Pedro Sánchez y convocar elecciones generales lo antes posible. «Es urgente devolver a los españoles la posibilidad de decir cómo quieren ser gobernados. El que crea que es razonable tiene las puertas abiertas para conversar», dijo, lo que incluye a Carles Puigdemont.
Feijóo lleva toda la legislatura criticando que el Gobierno depende de los votos de Junts y de EH Bildu en el Congreso. En los últimos meses ha lanzado varios guiños al PNV pero, como este partido ha dicho que no va a votar una moción de censura, el líder del PP ha utilizado el donde dije digo… y, en contra de lo que había afirmado antees, ahora está dispuesto a «conversar».
Rechazo del PP de Cataluña y de parte del electorado popular
Pero Feijóo anda con pies de plomo en este asunto, porque sabe que el presidente del PP catalán, Alberto Fernández, otros dirigentes del partido y una parte de sus votantes rechazan negociar con Junts; pero también sabe que necesitaría los siete votos de Junts más los de su partido y Vox para que una moción de censura fuera aprobada.
En esa situación, el portavoz nacional del PP, Borja Sémper, ha intentado aclarar las manifestaciones de su presidente. Ha reiterado que la moción de censura es «más necesaria que nunca», pero también ha dicho que no tienen los votos suficientes. «El señor Feijóo no se va a ver con el señor Puigdemont, no va a viajar a otro país a verse con el señor Puigdemont. Lo que el señor Feijóo dice es ‘oiga, si alguien quiere cambiar a este Gobierno, aquí estamos’. Ya está».
Lo que no ha podido explicar Borja Sémper es lo que ocurriría si Carles Puigdemont aceptara las «puertas abiertas» que ofrece Feijóo y decidiera que Junts apoye con sus siete votos una moción de censura. Entonces sí tendrían que hablar, ya lo hicieran en España, en Bélgica, en Francia o telemáticamente, y esto provocaría críticas de dirigentes y de una parte de votantes del Partido Popular. Por eso nadan entre dos aguas cuando son preguntados por este asunto.