El nuevo Partido Popular, el que acaba de iniciar otra etapa con Alberto Núñez-Feijóo al frente, debería explicar a sus votantes y al resto de la ciudadanía por qué motivos ha votado en contra de las medidas urgentes que ha aprobado el Gobierno para hacer frente a las consecuencias económicas y sociales que está teniendo la guerra de Ucrania en la vida diaria de la gente. Se podrá decir que no son suficientes, que podían ser mejores, haber llegado antes o lo que se quiera, pero nadie puede negar que son beneficiosas para la ciudadanía. Entonces, ¿a qué obedece el voto en contra del PP?
También deberían dar explicaciones Vox, Ciudadanos y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), que han votado asimismo en contra de convalidar el real decreto-ley que contiene esas medidas. Estos partidos podrían haber intentado mejorarlas mediante la presentación de enmiendas, porque va a ser tramitado como proyecto de ley; pero, por distintas razones, la derecha, la ultraderecha, los naranjas que se autoproclaman liberales y los independentistas catalanes han optado por votar en contra. Y no lo han hecho porque les parezcan mal esas medidas que benefician a la ciudadanía, sino por motivos totalmente ajenos a ellas que responden a sus intereses partidarios. Intereses que son respetables, sí, pero que no tienen ninguna relación con el contenido de las medidas que ha aprobado el Gobierno.
Votos en contra sin motivos serios y, además, votos inútiles
Sus votos negativos no les han servido de nada -salvo para criticar al Gobierno desde la tribuna del Congreso-, porque el real decreto-ley del Gobierno fue aprobado, aunque por un estrecho margen: 176 votos a favor (de PSOE, Unidas Podemos, PNV, EH-Bildu y varios diputados de partidos minoritarios) frente a 172 en contra y una abstención. Y deberían reflexionar sobre el hecho de que los cinco diputados de EH-Bildu, a quienes el PP, Vox y Ciudadanos tachan a diario de «proetarras» o «herederos de ETA», hayan dado una muestra de responsabilidad que a ellos les ha faltado, sin que esos cinco votos a favor -que han salvado la convalidación del real decreto-ley- haya impedido a su portavoz, Mertxe Aizpurua, criticar con dureza al Gobierno. Eso podrían haber hecho los grupos que han votado no, pero han preferido guiarse por sus intereses de partido antes que por los de la ciudadanía.
El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, explicó en el pleno del Congreso, el 28 de abril, el contenido de esas medidas y preguntó a diputados y diputadas: «¿Quién de ustedes quiere que se suba la gasolina a los ciudadanos? ¿Alguno de ustedes quiere que mañana la factura de la luz sea más cara? ¿Alguno de ustedes quiere que se suba el alquiler casi un 10% a los inquilinos que tienen contratos de arrendamiento? ¿Alguno de ustedes quiere quitar las ayudas directas a los transportistas, a los ganaderos, al sector lácteo? ¿Alguno de ustedes quiere suprimir la ayuda de 1.250 euros por camión? ¿Alguna de sus señorías quiere suprimir a 600.000 familias el bono social eléctrico? ¿Alguno de ustedes quiere suprimir el incremento del 15% del ingreso mínimo vital a las personas que tienen verdaderas dificultades para su día a día? Entonces, coincidirán conmigo en que es incomprensible votar no a este real decreto ley». Lo dijo porque algunas de las medidas aprobadas evitan que se produzcan esas subidas.
Y continuó: «La votación de hoy, señorías, no va del Gobierno. La votación de hoy va de ayudar a los ciudadanos que les votaron a ustedes y que les dieron ese escaño para que les ayuden y les faciliten su vida; de eso va la votación de hoy. Y lamento decir a algunos de ustedes que quienes hoy voten no a este real decreto-ley están perjudicando a los ciudadanos con el único fin de dañar al Gobierno, y a ustedes les han votado para hacer la vida más fácil a las personas a las que representamos en esta Cámara. (…) Por tanto, hoy les pido simple y llanamente que representen a las personas que les han votado, que les hagan la vida más fácil, que les ayuden en un momento de dificultades, que voten como votarían las personas si se sentaran en ese escaño y que voten pensando en las personas que trabajan duro, que cogen su coche cada día para ir a trabajar, que quieren formar una familia o que quieren iniciar un negocio. No olviden que ustedes están aquí para ayudarles a todos ellos, para hacer la vida más fácil a la ciudadanía y a las personas que les han puesto en el escaño».
Votos críticos con el Gobierno pero a favor, porque la ciudadanía necesita las medidas
Portavoces de distintos partidos criticaron al Gobierno, criticaron el escándalo del espionaje a políticos y periodistas a través del programa israelí Pegasus, criticaron que EH-Bildu y los independentistas catalanes hayan entrado en la comisión de secretos oficiales del Congreso… pero votaron a favor de las medidas porque la ciudadanía no tiene la culpa de lo que hagan mal Pedro Sánchez y su equipo ministerial. Mertxe Aizpurua, portavoz de EH-Bildu, lo explicó así: «Hemos actuado siempre con responsabilidad y altura de miras, priorizando los avances sociales y económicos para los trabajadores por encima de los intereses propios. (…) Por eso, una vez más, actuaremos con responsabilidad, con la responsabilidad que debemos a la ciudadanía, y aprobaremos este decreto, porque la gente no puede ni debe ser quien pague las consecuencias de los graves errores de este Gobierno. (…) Pero, que nadie se confunda, aprobaremos este decreto por la gente y no por el Gobierno, porque nuestro compromiso es con la ciudadanía, no con este Gobierno».
Íñigo Errejón, de Más País, también criticó al Gobierno pero justificó su voto a favor del real decreto-ley con estas palabras: «Nosotros vamos a apoyar este decreto porque los ciudadanos, que necesitan las medidas para rebajar la factura de la luz o para pagar menos cuando llenan el depósito de combustible del coche, no tienen que pagar los platos rotos del Gobierno».
El PP, como todos los partidos que votaron no, podría haber justificado con ese mismo argumento su voto a favor o su abstención, para que nadie pueda decir que ha votado en contra de unas medidas que son beneficiosas para la ciudadanía. Y, después, hubiera podido presentar enmiendas para mejorar esas medidas. Pero sus diputados se comportaron como lo hubieran hecho en la etapa de Pablo Casado. Puede decirse que este ha sido el primer error de Alberto Núñez-Feijóo si de verdad quiere liderar un partido de centro derecha moderado y con sentido de Estado, y no echado al monte como estuvo en distintos momentos del mandato de Casado. Acaba de empezar en el cargo y debe corregir.