Se llama Eduardo Lurueña, es de Talavera (ya saben que al oeste del terruño castellanomanchego nunca se ponen trabas para conseguir lo que haga falta, sea posible o no, que ésa es otra historia) y se le ha metido una idea en la cabeza: viajar al espacio. Como el que va a por sandías ahí al lado, a Velada por ejemplo.
Olé. No es una broma, ¿eh? Porque este joven de 34 años, que tiene de bagaje nada menos que ocho títulos mundiales de artes marciales es, de momento, uno de los 20 españoles seleccionados, ¡¡¡entre 17.035 aspirantes iniciales!!! para realizar lo que la compañía Axe Apollo Space Academy ha denominado «carrera espacial».
De esos 20 españoles al final sólo quedará uno, que se unirá a otros 21 astronautas ocasionales de todo el mundo y quienes tendrán el privilegio, el próximo año, de «alucinar en colores».
De esos más de 17.000 «locos» del principio hubo una primera criba, de la que se quedaron 8.500. Una segunda elección, tras pasar un test, los dejó en 50. Y éstos, entre ellos Lurueña, tuvieron que diseñar su propio traje espacial y realizar unas durísimas pruebas físicas. Quedaron 30.
Más pruebas físicas y el conocimiento de inglés descartaron a otros 10, por lo que en estos momentos hay 20 aspirantes de los que saldrán dos (selección que se realizará el próximo 22 de junio en Ibiza) que irán a Florida (Estados Unidos) en diciembre y realizarán una exigente y profesional preparación específica para estar listos… 3,2,1 y al espacio. De esos dos sólo uno «sobrevivirá». Será el elegido.
Como en las pelis, pero en esta ocasión en la vida real.
«Siempre he soñado con viajar al espacio», contaba Lurueña a encastillalamancha.es. Así, como quien no quiere la cosa. «He viajado, por cuestiones deportivas, por todo el mundo, y ahora me ha salido esta oportunidad que no quiero desaprovechar. Es lo que me falta».
Diplomado en Trabajo Social y auxiliar de Psiquiatría, todo dependerá de cómo resista las últimas pruebas: poco menos que ejercer de giroscopio humano (dar vueltas y vueltas poco menos que como una peonza), un ejercicio de apnea del sueño, un circuito de equilibrio… Pero todo a lo bestia, que ir al espacio no es cualquier cosa. Vamos, que no lo hacemos todos los días.
Suerte, Lurueña.
cesardelrio@encastillalamancha.es