Abocados a unas nuevas y repetitivas elecciones, qué pesadez, solo faltan unos días para saber si PSOE y Podemos sacan el conejo de la chistera y llegan a un acuerdo, con Ciudadanos por medio, que nadie espera. O quizás seamos los sufridos pagadores de impuestos (exceptuemos a los de Panamá y otros países del viva la vida, claro) quienes nos estemos volviendo locos. O quizás, quizás… Si Ciudadanos avala una Presidencia del PP pero sin Mariano, que ya ha dicho por activa y por pasiva que o con él o a pasar de nuevo por las urnas. Como dijo Artur Más entonces hasta que en el último minuto le echaron. Parece que esto no se volverá a repetir. Muchos «quizás» en tan pocas líneas, demasiadas.
Suceda lo que suceda, han podido con la paciencia de la gente. Porque si hay elecciones otra vez ya cuentan con el desánimo general por no haber ni sabido ni querido pactar, tal y como les dijeron los votantes. Y si finalmente, a última hora y sin preaviso, llegan cualesquiera de ellos a un acuerdo de mínimos, con alevosía y premeditación por aquello del sálvese quienes puedan, les van a llover los palos como chuzos de punta porque nos han hecho perder, que se dice pronto, cuatro meses de nuestras vidas. De las nuestras, que no de las suyas.
Pero si el problema se acabara con unas nuevas elecciones…
Porque todo lo que puede ocurrir es que los resultados sean, diputado arriba o abajo, los mismos. Y, por lo tanto, las posibilidades para que alguno de los cuatro en liza gobierne pasa por pactos. ¿Otra vez el mismo paripé? De llanto si no fuera porque me da la risa.
La situación es, como mínimo, ridícula, como ven.
LA ENTREVISTA A OTEGI
Yo soy periodista y yo también hubiera entrevistado a Otegi. Sin lugar a dudas. Por eso no entiendo ni comparto, aunque las respete, las tremendas críticas que ha recibido Jordi Évole por su «Salvados» del domingo 17 al actual líder de la izquierda abertzale. Y si además dan la oportunidad de preguntar a familias de asesinados por ETA, más todavía. El problema no es el entrevistado, sino las preguntas que se le hagan. ¿O es que nadie querría ver una entrevista a Stalin, Hitler o similar? Así no avanzamos…
No fue ningún homenaje al dirigente abertzale condenado y encarcelado, sino que se le hicieron todo tipo de preguntas para que incluso se sintiera avergonzado. No confunamos al que pregunta con coherencia del que responde con ella o no.
@CesardelRioPolo
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