Dadas las circunstancias y el espectáculo, podría decirse que el PSOE de Castilla-La Mancha no salió roto de la jornada de división y bochorno en la que cayó Pedro Sánchez tras perder en el Comité Federal la votación su propuesta de un congreso exprés.
«El PSOE está roto» fue la expresión que acuñó José Antonio Fernández Tapias al abandonar el Comité, desolado por el enfrentamiento sin contemplaciones a la historia que se vivió en la sala Ramón Rubial. No faltó ni la urna en la que votaba semiescondida la miniejecutiva aún liderada por Sánchez, una provocación que precipitó el final. El lamento de Tapias define claramente la situación del PSOE, que se asemeja a la de un paciente roto por múltiples fracturas.
LA MALA SALUD GENERAL DEL PSOE PUEDE ACABAR CONTAGIANDO A LAS PARTES SANAS
Siguiendo la metáfora, cabría decir que en ese cuerpo, algunos órganos han salido razonablemente sanos de la pelea, si bien el estado de salud general es motivo de grave preocupación, porque puede acabar contagiando de manera inevitable a las partes sanas.
En esa situación veo al PSOE de Castilla-La Mancha, que no se ha roto porque la inmensa mayoría de sus cuadros -y me atrevo a decir que de sus militantes- respaldan a su secretario general en la región, Emiliano García-Page. Solo dos de los 13 miembros de CLM en el Comité Federal votaron a favor de Pedro Sánchez y contra el criterio de Page. Una de ellos, María Antonia Pérez León, hace tiempo que “no es nadie” en el partido; y el otro, el diputado albaceteño Manuel González Ramos, ha visto muy mermado en estos años el respaldo que obtuvo en 2012 para ser el secretario general de los socialistas en Albacete. Un tercero, el presidente de la Diputación de esta provincia, Santiago Cabañero, amigo de González Ramos, se abstuvo y habrá que esperar para leer el significado correctamente.
En cualquier caso, no creo que ninguno de ellos vaya luchar internamente contra Page y menos aún que consiguieran dañarle si lo intentaran. Por lo tanto, entiendo que no hay fractura en el PSOE de Castilla-La Mancha, como sí parece que sucede en otras organizaciones territoriales.
EN CLM, EL POSIBLE PACTO CON LOS INDEPENDENTISTAS Y PODEMOS DINAMITÓ CUALQUIER CONATO SERIO DE APOYO A SÁNCHEZ
Pedro Sánchez ganó las primarias en esta región y en tres de las cinco agrupaciones provinciales, incluida la capital, pero el ya exsecretario general ha ido perdiendo apoyos a ritmo de vértigo. La mayoría habían dejado de apoyarle hace tiempo y los que quedaban dejaron de hacerlo en los últimos tiempos.
Algunos le guardan cariño personal y han sufrido enormemente en medio del choque de trenes, pero políticamente tienen claro que su futuro y los que les dicta su cabeza está con Page. Los reveses electorales, la incapacidad de Sánchez para acabar con las divisiones internas y su habilidad para incrementar la factura le fueron restando apoyo. Y, sobre todo, la deriva de las últimas semanas, cuando se supo que estaba dispuesto a pactar con independentistas y Podemos un futuro Gobierno de España, dinamitó cualquier conato de apoyo entre los socialistas castellano-manchegos más relevantes y los que más avales le recogieron.
El PSOE está razonablemente unido en torno a Page, que sale reforzado de la batalla interna, aunque dolido y muy preocupado, como todos los barones. Sabe que Castilla-La Mancha no será una isla si el PSOE no recupera, aunque sea mínimamente, sus constantes vitales. No será fácil ni rápido.
EL DISCURSO CENTRADO, MODERADO Y FIRMEMENTE INDEPENDENTISTA DE PAGE EN “ESPACIO RESERVADO”
El discurso centrado, moderado y firmemente antiindependentista del presidente de Castilla-La Mancha entusiasmó a la mayoría de los cerca de 400 asistentes al «Espacio Reservado» de encastillalamancha.es el miércoles 28 de septiembre e hizo las delicias de los numerosos periodistas presentes, por la cantidad de titulares emitidos en una sola cita. Solo unas horas después dimitía como miembro de la Ejecutiva Federal, junto a otros 16 compañeros. Era el golpe de mano de los críticos y arrancaba el vía crucis de la Semana de Pasión tristemente protagonizada por el PSOE.
“ME SIENTO ENGAÑADO POR PEDRO SÁNCHEZ”, PUNTO Y FINAL A UNA RELACIÓN QUE LLEVABA TIEMPO ROTA
«Me siento engañado por Pedro Sánchez», dijo el presidente de la Junta esa mañana. Evidenciaba alto y claro el camino sin retorno de una relación que llevaba tiempo rota.
Al igual que Pedro Sánchez, Page heredó un PSOE dividido, derrotado y con la moral por los suelos, a la entrada de un túnel que se presumía muy largo allá por mayo de 2011. Al contrario que el exsecretario general del Partido Socialista, Page consiguió sumar internamente, cerrar heridas y recuperar el Gobierno de Castilla-La Mancha en solo cuatro años. Y, de paso, desalojando de la Junta ni más ni menos que a la secretara general del PP, María Dolores de Cospedal, que se las prometía muy felices hasta el último minuto animada por las encuestas.
La mejora de la unidad interna y la recuperación del poder son credenciales más que suficientes para que Page esté tranquilo puertas adentro. Pero el coma en el que ha entrado el PSOE por su fractura múltiple no hace más que alentar la preocupación de un futuro incierto y, de nuevo, marcado por una travesía que será larga.
LA DIFÍCIL RELACIÓN CON PODEMOS Y LOS DICTADOS DE PABLO IGLESIAS
A la crisis socialista se suma la difícil relación con Podemos en Castilla-La Mancha, muy sometidos a los vaivenes de la política nacional y los dictados de Pablo Iglesias. Reconducir el acuerdo de investidura que José García Molina ha dado por roto no será fácil, sobre todo si el PSOE decide abstenerse para que Mariano Rajoy gobierne.
Pese a todo, los datos de la biografía política y personal de Page aconsejan que sus rivales internos o externos no deben estar tranquilos: nunca ha perdido un congreso del PSOE y ha logrado gobernar las tres veces que ha concurrido como candidato en unas elecciones.