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02/07/2012junio 13th, 2017
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Dije en mi último artículo «Cospedal, un año gobernando peligrosamente, del rojo al azul y una gira por el PP» que en mi próxima cita con ustedes me ocuparía de analizar cómo había transcurrido, desde nuestro punto de vista, el primer año de los socialistas en la oposición en Castilla-La Mancha.

Pero antes, permítanme saltarme el guión pometido, por cuestiones de actualidad. Acabar la semana escuchando a la consejera de Fomento, Marta García de la Calzada, poco menos que bendecir el últmo trasvase del Gobierno de España, porque es legal, es una manera muy descorazonadora de llegar al sábado.


Que un miembro del Gobierno de la comunidad autónoma despache un trasvase como si fuera quintacolumnista de la colonización hídrica de Murcia sobre Castilla-La Mancha es un bofetón muy desagradable para encarar el fin de semana y, desde luego, trae malos presagios para la futura negociación de los planes de cuenca, entre ellos el del Tajo.

El trasvase, en efecto, es legal. Como en algún momento fue legal que las mujeres no pudieran abrir una cuenta corriente sin el permiso de sus padres o maridos. Y como fue legal una ley que dejaba electoralmente mutiladas e inútiles cuatro de las cinco provincias de la región, fiándolo todo a Ciudad Real, de la que era natural el presidente que aprobó aquella ley, tan legal y tan constitucional ella. Pero tan injusta y caciquil.

El trasvase, además de legal, es injusto y las declaraciones de la consejera perpetúan la desigualdad histórica que supone para Castilla-La Mancha ser la única región cedente de agua en toda España, como si fuéramos el epicentro y principal reserva de la España húmeda.

Además, Murcia, que tiene todo el derecho a que el Estado resuelva sus déficits en materia de agua, no ha querido nunca ni oír hablar de otra solución que no fuera el trasvase del Tajo, aunque eso supusiera cercenar el desarrollo a sus vecinos, lo que no hubiera pasado con otras alternativas.

¡Qué Dios nos pille confesados en el futuro reparto hídrico si las palabras que la consejera dijo el viernes sobre el trasvase son la postura oficial del Gobierno y no un lamentable error y un insulto a los castellano-manchegos!

LA OPOSICIÓN ES ALGO QUE TAMBIÉN LE PASA AL PSOE

Ahora sí.

El PSOE está en la oposición. El Partido Socialista había llegado a pensar que eso de no gobernar era algo que solo les pasaba a los demás, a los demás partidos, claro. Dede luego, la actuación de una buena parte de sus dirigentes durante los últimos años así lo demostraba. 

Se equivocaban.

Entre mayo de 2011 y noviembre, ningún partido como el PSOE tuvo tanto terreno en propiedad en la oposición en Castilla-La Mancha ni derrotas electorales tan sonoras, revolcones históricos en las urnas, que sucedidos en el plazo de seis meses y después de 28 años y siete mayorías absolutas en la Junta, dejaron al partido literalmente noqueado.

Sin embargo, los perdedores, que habían hecho las listas autonómicas y municipales, tenían a sus peones colocados para quedarse con los mejores puestos de la oposición. Los congresos no llegaron hasta nueve meses después y la renovación del partido no se ha cerrado todavía. 

De tal manera que 13 meses después de su histórica derrota, en el PSOE de Castilla-La Mancha conviven los que estaban y los que llegaron. Los protagonistas de la primera gran derrota, capitaneados por José María Barreda, y los hombres de Emiliano García-Page, que no dan a basto con el trabajo de desescombro y reconstrucción.

Conviven las cuñas de carcomida madera vieja y los de nuevo cuño, para deleite del PP, que disfruta las ventajas de poder enseñar por cámara a los culpables de la ruina de la región. Los consejeros y diputados del PP se lo pasan pipa señalando con el dedo acusador a los del déficit mas grande del país, a los que convirtieron a esta región en la segunda de España con más facturas sin pagar (lo que siendo la tercera economía por la cola es un dramón financiero), a los que llevaron a la Junta a 10.800 millones de euros de endeudamiento.

Menudo festín para el Gobierno y el PP abrir los periódicos o ir a las Cortes y verlos allí para poder seguir estirando la herencia recibida.

Page, que fue implacable con Barreda en el congreso regional (con la inestimable colaboración de José Bono), unos días más tarde levantó el pulgar en algunos congresos provinciales y lo dejó extendido en la reorganización del grupo, para desesperación de una buena parte de su tropa y para decepción de los observadores.

Vaya por delante mi respeto a la legitimidad del secretario general del PSOE para dirigirlo como considere y a la lógica interna en la que sustente esas decisiones, pero la opinión más generalizada es la de que los socialistas están perdiendo un tiempo precioso. Y, además, los ex se llevan los mejores sueldos. Ver trabajando a costa del erario público a los autores intelectuales y materiales del desastre socialista y del hindimiento financiero de la región mientras siguen en el paro o sobreviven con dificultad a otros que lo dieron todo por sus siglas, es una injusticia de tamaño considerable. 

Parece ser que se explica por la lógica de los partidos, una lógica que no tiene nada de lógico para la sociedad. De hecho, los políicos siguen siendo lo peor valorado del país. El 88 por 100 de los españoles desaprueba cómo hacen su trabajo, según sondeo de Metroscopia para El País. O sea que, señores, vayan revisando las reglas de su lógica.

Cualquier ciudadano sabe que cuando mete la pata hasta el fondo le echan o se va, tenga la responsabilidad que tenga. Es ley de vida de cualquier trabajador, autónomo o empresario.

Mientras sigan en los mejores asientos, con los mejores sueldos y en la dirección de importantes provincias aquéllos nombres asociados a la época de la ruína y el terror en Castilla-La Manca, el PSOE comparte desgaste con el PP.

Una parte del desgaste por las medidas que toma el Gobierno se lo lleva el PSOE. Porque peor que los recortes es, para muchos, ver la cara de los que gastaban alegremente mientras se vaciaban las arcas de la Junta y se contraían deudas para varias generaciones.

El día que Page quite, o por lo menos retire de la primera fila esos rostros, el desgaste lo tendrá solo el PP, el partido que Gobierna y decide por dónde mete la tijera.

Como decíamos al analizar un año de Gobierno, el primero de la legislatura está para cometer errores y hasta para ensayar jugadas y alineaciones, porque casi todo tiene remedio. Pero nos dirigimos ya hacia el ecuador y nos metemos en los años en que los errores se pagan caro.

En un año el PSOE ha hecho lo más difícil después de una derrota tras 28 años de poder absouto, encontrar un líder mayoritariamente respaldado, Page. Hasta han conseguido creerse que pueden recuperar el poder autonómico en cuatro años, una aspiración contraindicada por las estadísticas. Conseguirlo exigirá dar muchos más pasos de renovación, entre otras cosas.

Los socialistas cuentan con alcaldes que responden al perfil de políticos bien valorados. Juan Ávila en Cuenca y Pablo Bellido en Azuqueca son los ejemplos más claros y en boca de todo el mundo. El PSOE tiene mimbres, aunque en la oposición todo es escaso, para hacer esa tarea. Pero los mejores mimbres están en el banquillo. Ellos y otros que seguramente esperan que el entrenador les llame para empezar a calentar y mandar a la reserva a los que heredaron una fortuna política y devolvieron miseria y rencor.

¿Será el segundo año ése en el que Emiliano García-Page materialice las declaraciones que le hizo a encastillalamancha.es en una reciente entrevista? Aquellas de: «Tomé las riendas del PSOE con los mimbres que había, poco a poco iré cambiando el orden de las filas.

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