Hace un año por estas fechas nos bullían las ideas y los nervios, a punto de parir nuestra criatura en la red, encastilllalamancha.es. Nosotros, que habíamos conseguido casi todo en la prensa escrita con la revista ECOS (de tan grato recuerdo aún para los toledanos, como nos siguen comentando en numerosas ocasiones), teníamos que volver a empezar y colgarnos el cartel de principiantes para abordar el periodismo digital, el presente y el futuro del oficio de plumilla; o, al menos, eso dice todo el mundo.
Lo hicimos por primera vez el 24 de octubre del año 2011 y, por lo tanto, en unos días celebraremos el primer aniversario, un año, el primero, viviendo preligrosamente, porque así lo mandan el oficio y los tiempos.
Hemos sobrevivido a este año de debutantes en la red desafiando los retos del novato, los nervios del primerizo, los errores del que principia, enfrentándonos a la crisis y a los malos augurios que azotan el periodismo en estos tiempos. Durante los primeros cuatro meses aún nos agarramos al papel y simultaneamos ECOS y encastillalalamancha.es, pero la realidad se acabó imponiendo y la madre nos dejó el último viernes de febrero de 2012. Pero antes de irse, se aseguró de repartir en cada uno de nosotros su gran herencia: afán de lucha y espíritu crítico e independiente. Esas siguen siendo nuestras señas de identidad, cueste lo que cueste.
Cerca de 15.000 noticias y más de 38.000 tuits en estos primeros 365 días dan fe del esfuerzo realizado por nuestra modesta redacción en cuanto a cantidad de miembros, pero luchadora y entregada al oficio como la más grande de todas.
Podremos equivocarnos o fracasar, pero nunca dejamos ni dejaremos de intentarlo. Incluso en circunstancias tan adversas como éstas para el periodismo y para la vida misma, hemos tenido razones para la alegría y la motivación con este periódico que crece vigoroso cada día y que nos arrastra a la dictadura de la inmediatez sin renunciar a los principios de siempre: independencia, honestidad y pluralidad.
Eso sí, sometidos a votos de pobreza, castidad y desobediencia. De pobreza por las circunstancias y porque la libertad se paga cara.
Votos de castidad en la observación de la ética periodística sin excepciones ni pecados de la carne.
Y votos de desobediencia, porque saltarnos el guión de la información preestablecida y lanzada desde los circuitos oficiales es una obligación.
Tratar de ir más allá, de llegar antes y de opinar sobre todos los acontecimientos relevantes, sobre los que previamente hemos preguntado exhaustivamente, siguen siendo nuestas prácticas habituales. Nuestras entrevistas y artículos de opinión se han convertido en una referecia de casi obligada consulta cada lunes. Y nuestras noticias corretean por la red batiendo récords de menciones y RT para un medio tan joven y en Castilla-La Mancha.
Además, hemos tenido el placer de ver incrementada la familia con un periodista de raza, de probada honestidad y de pluma crítica que nos honra con sus escritos cada jueves, Agustín Yanel, al que agradezco personalmente su generosa contribución articulista.
A todos los lectores y clientes, gracias por seguirnos en la red; por vuestras críticas y por vuestras siempre interesantes sugerencias.
Y al equipo de encastillalamancha.es, ánimo y ¡adelante!