El río Tajo ha dejado de ser lo que era. Ya es ex río Tajo, porque conserva el nombre aunque ha perdido el agua, la fauna y la flora que eran propias de su cauce fluvial. Sobre todo, gracias a un trasvase que no cesa y que se basa en un memorándum firmado por razones políticas desoyendo todas las demás, desde las del sentido común a las de la justicia territorial pasando por las de la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente.

Dice la Real Academia Española de la Lengua que río es una “corriente de agua continua y más o menos caudalosa que va a desembocar en otra , en un lago o en el mar”.

Ya desde el punto de vista lingüístico, el Tajo no es un río, porque no solo no es caudaloso en muchos de sus tamos, si no que ni siquiera lleva agua de río, desde luego no antes de llegar a Toledo -gran parte es agua depurada procedente del Jarama-. Es más, en lugares como La Puebla de Montalbán no puede hablarse de «corriente continua» si queremos utilizar con propiedad la expresión.

El río Tajo de Garcilaso ya murió

Para Garcilaso de la Vega, el poeta que más versos le dedicó al Tajo, sus alrededores eran verdes sauces y hierba espesa. Ese río Tajo, ya murió. Lean y díganme si no tengo razón: 

Cerca del Tajo, en soledad amena,
de verdes sauces hay una espesura
toda de hiedra revestida y llena,
que por el tronco va hasta el altura
y así la teje arriba y encadena
que el sol no halla paso a la verdura;
el agua baña el prado con sonido,
alegrando la vista y el oído.

Con tanta mansedumbre el cristalino
Tajo en aquella parte caminaba…

¿Verdes espesuras y agua cristalina…? Nada más lejos de la realidad del río Tajo actual, en gran medida gracias al trasvase al Segura.

Hasta Wikipedia lo sabe

Hasta Wikipedia sabe que “el trasvase Tajo-Segura es una de las infraestructuras que más han contribuido a modificar el régimen hidrológico del Tajo” y que “una vez salvada la presa de Buendía, las posibilidades de recuperar el caudal aportado al Segura son muy limitadas. Hasta Aranjuez, no hay afluentes de importancia, a lo que se añade la escasa pluviometría que presenta la zona suroriental de Guadalajara y suroccidental de Madrid (entre 400 y 500 mm/año)”. O que, por ejemplo, “a la altura de Talavera de la Reina, el río continúa llevando un volumen de agua muy inferior al que presentaba antes de la puesta en marcha del trasvase Tajo-Segura. Según datos de la Confederación Hidrográfica del Tajo, su caudal ha disminuido un 40,2 % entre 1972 y 2005, a su paso por la ciudad talaverana”. Fin de la cita.

Así las cosas, es comprensible que en Murcia defiendan el trasvase. Les soluciona el problema. El agua del río Tajo les ha permitido décadas de riqueza y prosperidad basadas en el desarrollo de un gran sector hortofrutícola. No es muy civilizado pensar solo en su bienestar a costa del medio ambiente y de matar poco a poco el río más largo de España y lapidar la riqueza de una región y numerosos municipios, pero es humanamente comprensible.

La postura de Murcia, donde todos los partidos y colectivos defienden el trasvase, es comprensible.

No cabe en cabeza alguna que no se condene el trasvase en CLM

Lo que no se puede entender ni cabe en cabeza alguna es que en Castilla-La Mancha no haya una condena unánime al trasvase. Y, en este sentido, el PP tiene que dar un paso adelante definitivo que le conecte en público con lo que piensan en privado la inmensa mayoría de sus militantes y de sus dirigentes. Saben que nadan contra corriente, pero les pueden más consideraciones partidarias muy poco defendibles socialmente.

Y ellos lo saben.

Es compatible la crítica a sus rivales políticos con la defensa del río Tajo y hoy no es posible defenderlo si no se condena el trasvase y se hace todo lo posible por acabar con él. Unamos fuerzas para acabar con el trasvase primero y luego repartamos culpas.

Como ya he escrito alguna vez, el sistema está basado en una injusticia histórica, que hoy es, además, una anomalía como política hidrológica y medioambientalmente un desastre insostenible, y más en tiempos de cambio climático y en uno de los ríos de España más sometido a sus efectos.

margillan@encastillalamancha.es