Algunos espabilados han visto una buena ocasión para hacer negocio con la pandemia de la COVID-19 y se han lanzado a ello. Hay laboratorios y centros médicos que ofrecen hacer pruebas serológicas a las personas que ya están vacunadas, para comprobar si las vacunas les han producido anticuerpos y, por tanto, si están inmunizadas. En otras palabras: se consideran capacitados para examinar el efecto que producen unas vacunas que han sido creadas por prestigiosos científicos y universidades, tras mucha investigación. Eso sí, por entre 20 y 50 euros cada test, según los casos. Está visto que la picaresca no tiene límites.
El Ministerio de Sanidad y muchos médicos, científicos y autoridades y organizaciones sanitarias de todo el mundo han dicho que los test después de ser vacunados no son necesarios, por múltiples razones: puede haber personas vacunadas que están inmunizadas pero con un nivel de anticuerpos bajo que no detectan esas pruebas; con el paso del tiempo disminuyen los anticuerpos pero se mantiene la inmunidad, por lo que un test realizado días después de recibir la vacuna podría dar un resultado erróneo; en un porcentaje mínimo de personas puede que la vacuna no produzca un grado de inmunidad eficaz debido a sus características biológicas …
Test posvacunas a 35 euros
Unos laboratorios de análisis clínicos con implantación en más de 35 países han puesto en marcha una campaña publicitaria con esta sorprendente pregunta: «¿Te han vacunado bien? Comprueba tu nivel de anticuerpos con una prueba ELISA IgG Post vacuna. Por tan sólo 35 euros». El anuncio lo ilustra la fotografía de una mano de enfermero o enfermera, enfundada en un guante azul, en el momento en que inyecta la vacuna en un brazo.
El Consejo General de Enfermería (CGE) ha protestado por esa campaña publicitaria, que pone en duda el trabajo de esos profesionales, y la ha denunciado ante el Ministerio de Sanidad y Consumo. «Este anuncio es erróneo y desafortunado. No, no le han vacunado mal porque las enfermeras saben hacer su trabajo y son profesionales. No siembren dudas sobre la vacunación para vender sus pruebas, ni mucho menos pongan el foco sobre el acto de vacunación o quienes lo llevan a cabo», ha indicado esa organización. La empresa ha pedido disculpas, ha explicado que no pretendía ofender a nadie y ha retirado la campaña publicitaria, según ha informado elDiario.es.
La eficacia de las vacunas está demostrada
Otra empresa ofrece sus test de antígenos con un argumento tan endeble como éste: como las vacunas son novedosas, conviene comprobar la inmunidad que producen. Olvidan que, antes de ser aprobadas por las autoridades sanitarias, se han llevado a cabo todas las pruebas necesarias en animales y en humanos, y ya se ha demostrado que producen un altísimo grado de protección, como se está viendo con la disminución de contagios en España y en todo el mundo a medida que aumenta el número de personas vacunadas.
Si los especialistas consideraran que es necesario comprobar el efecto que produce una vacuna con una prueba posterior, ¿por qué no se ha hecho nunca un test posvacuna con las de la hepatitis B, la polio, la gripe o cualquier otra? Sencillamente, porque la eficacia de las vacunas está sobradamente demostrada y esa prueba posterior es innecesaria. O, en otras palabras, porque esos test son solo un sacacuartos. Quien tenga dudas al respecto, que pregunte a su médico en vez de hacer lo que encuentre por internet.
Los laboratorios que provocaron la protesta del Consejo General de Enfermería han retirado su campaña publicitaria, pero otros continúan anunciando por internet pruebas posvacuna a distintos precios (en general, entre 20 y 50 euros). Las autoridades sanitarias deberían informar sobre este asunto, para evitar que el deseo de estar inmunizadas lleve a muchas personas a pagar por unos test posvacuna que son innecesarios. Y deberían controlar a esas empresas para impedir que hagan hagan publicidad confusa o engañosa y, cuando proceda, adoptar las medidas pertinentes.