Hay que ser un malnacido, por no utilizar un exabrupto mayor, como podría ser «hay que ser un auténtico hijo de puta», para disparar un misil y cargarse un avión de pasajeros que pasaba por allí y que nada tenía que ver con la absurda (como todas) guerra que se dirimía abajo. Hay que ser un malnacido, o un auténtico hijo de puta, para después esconder la mano, echar la culpa a otros y si te he visto no me acuerdo, que «así» es la guerra y los efectos colaterales son los que son, cuestión de «mala suerte». Y como en la guerra se acepta todo precisamente por eso, porque es una guerra, pues que pase el siguiente.
Es el ejercicio, una vez más y todos tenemos claro que no será la última, de la sinrazón humana, de tratar de imponerla (la sinrazón, digo) saltándose el diálogo por el forro, de coger las armas y apretar el gatillo por el que salen las balas que matan o el dedo con el que se disparan los misiles. Porque esto no es normal. 298 muertos porque sí. De una tacada. Gente que lo único que pretendía era cambiar de país para pasar unas vacaciones, para participar en un congreso o simplemente que regresaba a casa. Pero esos malnacidos que, efectivamente, son unos auténticos hijos de puta, acabaron con 298 ilusiones. En un avión donde además viajaban muchos niños. Ah, y por mucho que me expliquen que el avión no tenía que volar por ahí, por un espacio aéreo donde la seguridad nadie la aseguraba, no me vale.
Lo curioso es que, también lo hemos pensado casi todos durante las últimas 48 horas, aquí no va a pagar nadie. Porque cuando hay poderosos muy poderosos por medio, la vista gorda es capaz incluso de pasar por encima de 298 cadáveres, del sufrimiento de sus familiares y de la indignación del planeta entero. Las primeras noticias nos informaron de que al menos hasta dentro de un año no conoceremos exactamente qué había sucedido. ¡Venga ya! Primero muertos y luego sus familiares apaleados. Terrible.
Estados Unidos dice que la complicidad de Rusia es evidente y amenaza con más sanciones. ¿Sanciones? No, señores. Busquen a los culpables y llévenos delante de un juez que sea miembro de un Tribunal Internacional. Pero que sea mañana mismo y no pasado. Que es lo que hubiera sucedido si la mayoría de las víctimas fueran de otra nacionalidad, no lo duden.
298 muertos y no salimos de nuestro asombro. Que pasaban por allí y los dispararon un misil. Así, sin más. No es ni un mal sueño ni una mala película de serie B, no. Las guerras y sus consecuencias. Lo sigo pensando y sigo sin encontrar una explicación humanamente razonable. Brutal.
cesardelrio@encastillalamancha.es