sábado, 23 de noviembre de 2024
15/09/2016junio 7th, 2017
César del Río César del Río

Más de 50.000 millones de euros, que se dice pronto la cantidad, pero que si la cambiamos a la antigua moneda nos sale la desproporcionada, impresionante, innombrable, insultante, escandalosa cantidad de 8.319.300.000.000 (ocho billones trescientos diecinueve mil trescientos millones de pesetas, espero que lo haya reconvertido bien) que ni usted ni yo sabemos exactamente el dinero que es, porque nos ponemos a pensar y por más que le demos a la lógica no nos podemos hacer una idea de los billetes y billetes, y más billetes, que son. No digamos ya en monedas…

Bien, pues ésa es la cantidad que el Estado, que somos todos cuando a los políticos les interesa pero que nos utilizan de aquella manera cuando también les viene en gana, ésa es la cantidad que prestamos a los bancos, decía, para que fueran rescatados al albur de la crisis en la que se metieron ellos solitos cuando cogieron la línea recta y no se dieron cuenta, o sí, de que llegaban las curvas.


Y se salieron, claro.

Para meterlos de nuevo en el sistema, no quebrar y que la crisis no se convirtiera en hecatombe nacional pues les dejamos unos milloncejos de ná para que no solo taparan sus agujeros, que ya quisiera para sí el de la capa de ozono, sino que dejaron sus vergüenzas tan al aire que no hubo pañal, por muy resistente que fuera, que las tapara. Y tuvo que ser con su dinero y con el mío.

Repito: 50.000 millones de euros, en pesetas prefiero olvidarlo…

Pues ahora leo en El País que los expertos dan por perdidos la mitad de ese manjar pecuniario. Más de 25.000 millones (o más de 4.000.000.000.000, cuatro billones y no sé cuántos miles de millones de pesetas más) que se fueron por la alcantarilla para no volver más.

¿Eso se puede permitir?

Desde luego, serio no es, pero ya estamos acostumbrados.

@CesardelRioPolo

cesardelrio@encastillalamancha.es

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