El Instituto de Promoción Turísitca de Castilla-La Mancha está siendo auditado. Lo confirma la consejera de Economía y Empleo, Carmen Casero, en la entrevista que publicamos en portada de encastillalamancha.es. Promete la responsable del turismo regional contar todo cuando haya acabado el proceso auditor, define el IPT como una «patata caliente, muy caliente» y confirma que sus altos cargos tenían contratos blindados enredados en una madeja jurídica que ha costado ocho meses esclarecer. Me temo que las siglas se harán tristemente famosas durante mucho tiempo.
No va más allá la consejera, aún pendiente de las conclusiones definitivas, y se limita a aseguar que se han cometido «barbaridades». Pero en esta corte política tan habladora que es Toledo hace tiempo que se oye que lo del IPT va a dar mucho de sí. Lamentablemente puede superar otros escándalos, como el provocado por el informe del síndico de Cuentas con la empresa pública Don Quijote. Y eso que solo salió el correspondiente a 2007, cuando aún no hacía falta estirar.
Pues parece que lo del IPT es peor. Aquí están retenidas y pendientes de auditar una parte de las facturas de publicidad de algunos medios de comunicación en los últimos tiempos y un rosario de actuaciones difícilmente enmarcables en el presupuesto de una institución pública dedicada a la promoción del turismo.
El caso es que el turismo, uno de los pocos botes salvavidas a los que la débil economía de Castilla-La Mancha podría agarrarse en tan malos momentos, ha sido una caja negra cuya apertura hará temblar.
EL ENEMIGO EXTERIOR Y LA RESISTENCIA INTERIOR DE COSPEDAL
La semana que ayer despedimos no será una más en la memoria de María Dolores de Cospedal. Le pudo costar la carrera política, aunque mantuviera el puesto de presidenta de Castilla-La Mancha. Fue un error admitir que su marido, Ignacio López del Hierro, aceptara la propuesta de José Folgado para formar parte del bien retribuido Consejo de Administración de Red Eléctrica de España.
El enemigo exterior y la resistencia interior no desaprovecharon el descuido de la secretaria general del PP. En un momento como éste, en el que es imprescindible que la necesidad de que ser y parecer sean una sola cosa en la clase política más desprestigiada de la democracia, se veía venir el huracán.
Aún no entiendo cómo se le pudo escapar que ese nombramiento provocaría una reacción como la que se vio durante siete horas, las que duró la noticia, dada a conocer el pasado jueves por elmundo.es a eso de las 14.30. Sobre las 21 horas un comunicado de López del Hierro renunciando al puesto para no dañar la imagen de la compañía ni la trayectoria política de su esposa puso punto y final.
Implacable con el enemigo socialista, tanto en Toledo como en Madrid, Cospedal ha sido la artillera perpetua y más eficaz de Mariano Rajoy contra el PSOE. Y ni aquí ni allí perdieron la oportunidad de devolvérsela. Sus críticos en el partido y en el Gobierno hicieron el resto.
Ni la carrera profesional y empresarial de López del Hierro ni la figura de la presidenta de Castilla-La Mancha y secretaria general del PP tendrían que haber pasado por un episodio así.
LOS CONGRESOS DE PAGE
La semana que hoy empieza será la del último congreso socialista de la temporada. El 25 de marzo se celebrará el de Cuenca, con dos aspirantes previos, José Luis Martínez Guijarro y Angustias Alcázar. Tengo para mí que no llegarán las dos listas al domingo.
De momento, la moneda de los provinciales de Emiliano García Page ha caído con tres caras y una cruz.
¿Adivinan cuál?
Mi opinión es que Toledo, Albacete y Guadalajara se han saldado muy positivamente para las aspiraciones de renovación y moderación del PSOE y de su recién elegido secretario regional. Tres nuevos secretarios generales: Álvaro Gutiérrez, Manuel González y Pablo Bellido, de los que cuesta encontrar gente que hable mal. Claro, que les queda lo peor. Ahora empieza el baile.
No se puede decir lo mismo del secretario general elegido en Ciudad Real, José Manuel Caballero, del que es difícil encontrar alguien que hable bien. Y no seré yo la excepción. Porque conozo sus modos y su medicina, que un día quiso darme a tragar, pero se la escupí.
Aún no sé muy bien si la elección de Caballero es un trágala que se ha tenido que tomar García-Page o la trampa mejor urdida por el alcalde toledano para su viejo problema interno. Quizás haya un poco de las dos cosas, pero lo cierto es que el perfil de Caballero es la nota discordante en el dibujo trazado por Page para sus secretarios generales provinciales.
Merece comentario aparte el congreso del PSOE en Guadalajara. Bellido sabía que era la mejor solución posible. Tenía razones para decir que no y lo hizo. Pero finalmente se lanzó y el azotado Partido Socialista de Guadalajara se lo ha reconocido con un respaldo imprevisible hace pocas semanas.
Además, se han quedado fuera de la Ejecutiva todos los derrotados en las sucesivas elecciones y los nombres ligados a esa fractura múltiple que ha vivido esta organización y que seguramente ha dejado dentro heridas difíciles de cicatrizar. Al menos han puesto un tapón en el reguero de sangre.
Ahora toca construir una alternativa al PP, que será mucho más difícil que el más complicado de sus congresos.