Me gustaría poner el foco en los jóvenes, tomando como referencia la franja de edad entre 18 y 30/35 años a modo orientativo. Hablamos de unas generaciones que se enfrentan al reto de la revolución tecnológica. Las ofertas de empleo que demandan y priman perfiles digitales o las relaciones comerciales en cualquier mercado vía internet están produciendo en el ámbito de las profesiones cambios de mucho calado.
Los jóvenes, ante los retos en la economía
A continuación les expongo algunas situaciones o retos actuales a las que se enfrentan los jóvenes, en esa etapa de la vida en la que se asientan la formación y el desarrollo de las habilidades profesionales:
1. Sectores como la salud, el consumo de bienes básicos, los trabajos tecnológicos o los relacionados con la dependencia tienen proyección como fuentes de empleo.
2. El auge de los trabajos por proyectos pueden ayudar al fomento del emprendimiento. Perder el miedo al «prueba y error», y volver a intentarlo. En este caso sería de gran ayuda una normativa ágil para la creación y puesta en marcha de ideas y proyectos.
3. Valorar la opción de la formación dual, sin duda muy atractiva para empleados y empresas en la ayuda a la incorporación al mercado laboral.
4. Tener in mente la capacidad de reinventarse a lo largo del tiempo. Los que éramos jóvenes en los 80/90 vivíamos en una sociedad más lineal, más previsible en lo económico: formación, estudios, oficios, empleo (sin demasiados cambios a lo largo de una trayectoria profesional).
5. Si se elige el camino de emprender, no hay que olvidar que el consumidor siempre «elige» y que van a tener que competir en un mercado para vender sus productos o servicios.
6. Los idiomas y la formación informática práctica a nivel de usuario son herramientas básicas, bien para acceder a un empleo, bien para interactuar en cualquier relación profesional.
Apuntes en la coyuntura actual
No es conveniente perder de vista qué está ocurriendo o las claves económicas de la situación del país o sociedad en la que vives:
1. El parón del sector servicios (restaurantes, turismo…) y el reto a que se enfrentan por los cambios, al menos de forma coyuntural, en las formas de relaciones sociales. Su estrategia de previsión de ingresos/costes se ha visto alterada. Hablo con asesores fiscales y me comentan algunos de los dramas a los que se enfrentan autónomos y pequeños empresarios por la ausencia de liquidez para afrontar el día a día.
2. El miedo del consumidor: en este caso lo sufren sectores más cíclicos, como algunos de los ejemplos que he indicado anteriormente. Las actividades industriales por ejemplo, tienen en general más capacidad de «aguante».
3. Un asunto que especialmente me preocupa por los jóvenes y su futuro es la desventaja que tenemos en Europa a nivel tecnológico con otras áreas geográficas. Tendríamos que tomar conciencia, a ser posible a todos los niveles: ciudadanos, empresas y administración.
4. Una propuesta para reflexionar: ¿no estamos en España demasiado escorados hacia el sector servicios? ¿Damos la importancia necesaria a actividades como la agricultura, ganadería o industria? ¿Están explorados todos los «nichos» de empleo en el sector servicios?
Si quieres consultar más artículos del autor, entra en su blog: vicentedelrio.com